El aumento de las pernoctaciones es una de las grandes variables que miden la demanda turística, a la que ayer puso cifras el Instituto Galego de Estatística (IGE). En su análisis sobre el tirón del mercado en 2018, señaló a las áreas de la Ría de Arousa, Terras de Santiago y la Ría de Vigo como destinos principales para los visitantes que desean hacer noche.

En la primera, donde se sitúan algunas de las millas de oro turítisticas de la comunidad, se concentran un 20% de las pernoctaciones. Durante el año pasado, la llegada de turistas hizo que se incrementara su población un 2% con respecto a sus residentes habituales. En segundo lugar, en el entorno de la capital gallega las pernotaciones supusieron un 16,95% respecto al total. En el área de Vigo y Baixo Miño, se registraron un 15%, seguido por la zona de A Coruña y As Mariñas, que anotó un 13,1% de las estancias.

Por otro lado, en lo que respecta al aterrizaje de turistas de fuera de Galicia, el empuje del Camino de Santiago hizo despuntar a Compostela. De cada cien visitantes, 85 procedían desde fuera de los lindes de la comunidad. La ruta jacobea, que finaliza en Fisterra, también puede estar detrás de la segunda posición de la Costa da Morte, que se anota un 72% de turistas foráneos. El podio lo completa Vigo y las localidades del Baixo Miño, que acogen a siete de cada diez.

Al contrario que en las pernoctaciones, Arousa sigue siendo fundamentalmente un destino turístico de proximidad. El 60% de su mercado procede de Galicia. Le supera en ese sentido A Coruña y As Mariñas, que registra alcanza una tasa del 67%.