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Medio Rural delimitará los montes para que no invadan las tierras agrarias

La Xunta elaborará un mapa de la comunidad diferenciando los distintos tipos de suelo

Tala de eucaliptos en Cangas. // Santos Álvarez

La despoblación en las zonas rurales y la falta de relevo generacional en muchas explotaciones ha llevado, desde hace ya cierto tiempo, a que los propietarios intenten sacar provecho de las tierras agrarias abandonadas realizando plantaciones forestales, un actividad -en este tipo de suelo- prohibida por ley desde hace casi una década. Pero se sigue haciendo a pesar de la vigilancia y las denuncias que presentan los agentes cuando descubren una forestación ilegal. Sin embargo, la tarea de control no es fácil, dado que hay que ir fiscalizando finca por finca y en Galicia hay más de 11 millones de parcelas. Con el objeto de incrementar la eficacia de la lucha contra estas plantaciones, la Xunta realizará un mapa de Galicia para "diferenciar la tierra agraria del monte" y así, con poco más que un vistazo a los planos, saber si un particular o empresa ha invadido suelo rústico de especial protección agropecuaria con sus pinos o eucaliptos.

Las "bases técnicas" de este mapa, según avanzó la Consellería do Medio Rural, se recogerán en la futura ley de recuperación y puesta en valor de la tierra agraria en Galicia que se está elaborando. La Xunta pretende que se apruebe ya este año y, por eso, en vez de promoverla desde el Gobierno se hará desde el grupo parlamentario del PP, vía que ofrece una tramitación más ágil y corta de plazos.

La ley fijará la creación de un catálogo de terrenos de alta productividad agropecuaria y forestal, que determinará con precisión los límites de los montes y de la superficie agraria. "Será un mapa para diferenciar ambos tipos de suelo, la tierra rústica/agraria del monte/forestal", indican desde la Consellería do Medio Rural.

El objetivo de esta iniciativa, añade el departamento dirigido por José González, es "evitar o contener que las plantaciones forestales ocupen tierras agrarias", dando más facilidades así para realizar los controles sobre el suelo y luchar contra esta práctica.

La Lei de Montes impide forestar fincas agrarias. No están permitidon bajo ningún supuesto ni los pinos ni los eucaliptos. Pero sí, con determinadas condiciones, se pueden plantar especies frondosas caducifolias, como que la parcela linde con terrenos forestales o que constituyan enclaves de hasta cinco hectáreas de superficie arbolada, pero siempre que antes esta parcela pasara previamente durante al menos dos años por el Banco de Terras y en ese tiempo no registrara ninguna solicitud para su uso.

Incumplir estas normas se considera un infracción grave y están multadas con sanciones que oscilan entre los 1.000 y los 100.000 euros. Solo la Policía Autonómica cada año abre unos 200 expedientes sancionadores contra propietarios que deciden cambiar los usos de las tierra, a los que habría que sumar los incoados por la Guardia Civil y los agentes forestales de la Xunta.

Detrás de estas práctica figura el abandono de la producción agraria, por despoblación y falta de relevo generacionales, pero también el intento de los dueños de que poner en valor unas tierras sin cultivar mediante plantaciones forestales. Pero revertir esta circunstancia, es mucho más difícil y costoso. Desde la Xunta se insiste además en que en determinadas zonas ya son más rentables alquilar las tierras que cultivar eucalipto.

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