El paro y las precarias condiciones del empleo en Galicia repiten como la principal preocupación de los gallegos, y la calidad de la sanidad gallega se alza como el segundo problema en opinión de los ciudadanos. La falta de pediatras y de médicos de familia, las denuncias de los propios sanitarios sobre como sus condiciones de trabajo repercuten en la calidad del servicio que prestan, las listas de espera para una consulta o una operación han convertido la sanidad en uno de los principales problemas de la comunidad, según el sondeo elaborado por el Instituto DYM para FARO, realizado a 3.425 gallegos entre el 10 y 15 de mayo.

La tasa de desempleo en Galicia es del 12,5%, un porcentaje inferior al de hace cuatro años cuando rozaba el 22%. Entonces 42 de cada cien menores de 25 años estaba en paro, frente a los tres de cada de diez de hoy. Hay menos desempleo, pero el paro sigue siendo la principal inquietud de los gallegos. ¿Por qué? Porque la tasa de paro sigue siendo elevada. En 2007, era del 7,47%, cinco puntos menos que en la actualidad, y porque la tasa ha caído, pero a costa de crear empleo de baja calidad: sueldos bajos y contratos temporales que no aportan estabilidad ni dan tranquilidad a las familias.

De ahí que el 68% de los gallegos sitúe "el paro, desempleo, condiciones de trabajo" como el principal problema de Galicia. Hace cuatro años eran nueve de cada diez. En la comunidad, por cada contrato indefinido, hay once temporales y 54.000 trabajadores llevan más de tres años encadenando contratos temporales en la misma empresa. La comunidad gallega dejó de destruir empleo en la mitad de 2013, pero gracias a los contratos temporales, que se dispararon casi un 37%, mientras que el alza de los indefinidos fue de un 8%.

Hace cuatro años, la segunda inquietud de los gallegos era la corrupción. 2015 arrancaba en España con 150 casos judiciales de corrupción abiertos y más de 2.000 personas imputadas. Un día sí y otro también, los medios de comunicación detallaban los sumarios de unas causas que escandalizaban al ciudadano corriente. El caso Gürtel, el caso Nóos, la corrupción urbanística de caso Petroria, el caso Bankia, el escándalo de las tarjetas de crédito opacas de los directivos de esta entidad financiera, el expresidente catalán Jordi Pujol compareciendo ante el juez como imputado tras confesar que había ocultado al fisco fondos durante 34 años en el extranjero, la operación Púnica, el caso de los ERES de Sevila, ? eran noticias de portada y de apertura de los informativos de radio y televisión.

Los rescoldos de la corrupción continúan ahí, pero ésta ya no figura como un problema recurrente para los gallegos. No aparece entre el listado de los diez problemas más importantes. La segunda plaza es ahora para un pilar básico del Estado de Bienestar: la sanidad. Los efectos de los recortes que en tiempo de crisis sufrió la sanidad pública aún persisten, y los ciudadanos han elevado su desazón por la calidad del servicio que reciben cuando acuden a un centro de salud o un hospital. El 18% de los gallegos sitúa la sanidad como el segundo problema de la comunidad, cuando hace cuatro años estaba en tercer lugar.

La Xunta acaba de presentar un plan de choque de 102 millones hasta 2021 para intentar aplacar las protestas de los médicos.

Los problemas económicos ocupan la tercera plaza en el ranking de inquietudes de los gallegos. Casi un 17% de los encuestados están preocupados por el devenir de la economía. Otros problemas que despiertan intranquilidad son la limpieza (14%), aspectos políticos (12,6) y casi un 10% apunta la despoblación y la baja natalidad como un problema para el futuro de la comunidad.

Diferencias por concellos

Los ourensanos y los vecinos de Vilagarcía son los más preocupados por el paro, pues más del 72% lo señala como principal problema de Galicia y su concello. En el extremo opuesto, están los habitantes de Moaña y A Estrada (55%).

A nivel autonómico, la sanidad es el segundo problema, pero para los coruñeses, que sufren una huelga de limpieza, la limpieza es su segunda preocupación. Y para los pontevedreses, ourensanos, estradenses y lalineses merecen más preocupación los problemas económicos que la sanidad.

Los ourensanos, que llevan cuatro años con el presupuesto local prorrogado, elevan al tercer puesto de los problemas la política, y los pontevedreses, con el debate sobre el futuro de Ence de fondo, sitúan la contaminación y el medio ambiente como su tercera inquietud. En Moaña, esta plaza es para los equipamientos y servicios, en Vilagarcía para la inseguridad y en A Estrada, para el abandono de las zonas rurales.