El extraordinario resultado electoral que obtendría la candidatura socialista no se cimenta exclusivamente en la figura de su cabeza de lista, Abel Caballero, ni en los beneficios que le podría insuflar el viento de cola de la reciente victoria de Pedro Sánchez en los comicios generales. Hay un tercer factor clave que ayuda a entender lo que se avecina: la gestión municipal en su conjunto.

Porque una inmensa mayoría de los vigueses aplaude el trabajo realizada por el gobierno municipal en los últimos cuatro años. El estudio demoscópico de DYM cifra en el 31,9% el porcentaje de los ciudadanos más satisfechos que consideran que la labor ha sido en conjunto muy buena. Junto a ellos, otro 43,7% también se declara conforme con un desempeño que califica de bueno.

Frente al grupo de optimistas un minúsculo grupo de encuestados que suspenden sin paliativas la gestión municipal. El sector crítico se queda en el 5,8%, si bien solo un 1,8% entiende como "muy malo" el conjunto de la labor del equipo de concejales de Caballero. En medio de unos y otros, un 18% se queda en una zona tibia al definir con regular los últimos cuatro años.

La cifra de los vigueses que dan su aprobado no ha dejado de crecer en el periodo de mandato de Caballero. Así, en 2011 había un 17% más de ciudadanos satisfechos que contrarios a la gestión socialista; cuatro años más tarde la cifra se incrementó hasta el 38%. Y ahora ya se ha situado al borde del 70%.

Críticos con la Xunta

La benevolencia que muestran los preguntados con el gobierno municipal se convierte en acerada crítica cuando se les pregunta por la gestión de la Xunta con la ciudad. El porcentaje de quienes aprueban ese trabajo roza el 21%, mientras que el grupo de ciudadanos abiertamente discrepantes se eleva hasta el 43%.

Los datos son relevantes por cuanto la relación entre el Concello y la Xunta en los últimos años ha sido muy conflictiva, con múltiples frentes abiertos. Las discrepancias, incluso las descalificaciones, han sido casi diarias. En especial entre el alcalde y el presidente Feijóo. En este contexto, según los datos de DYM, los ciudadanos se sienten más identificados con el discurso del regidor vigués -que acusa a la Xunta de maltratar y discriminar a la ciudad de forma sistemática- que con el del gobernante autonómico.