Un mes después de que el 22 de febrero el Ministerio de Justicia diese orden a los consulados españoles de no inscribir a los menores nacidos mediante la técnica de gestación subrogada, al menos tres familias gallegas, procedentes de Vigo. La alternativa que propuso entonces el Ministerio de Exteriores para todos estos progenitores es la de obtener un pasaporte ucraniano para su bebé, pero el trámite se alarga y ya hay familias a las que está a punto de expirarles el visado (90 días), situación que una pareja de Vigo, que prefiere permanecer en el anonimato, considera "preocupante". Porque, aunque tienen un poco más de margen, dado que llegaron a mediados de marzo, el padre considera que "los plazos no dan" y urge al Gobierno español a dar una "cobertura jurídica" a los menores que nacieron después de que se vetase la inscripción en los consulados dado que ve la situación "ridícula y arbitraria" al "distinguir" entre niños que por nacer un día más tarde ya no pueden acogerse a la anterior modalidad.

Desde que a mediados de febrero, dice, "la ministra de Justicia decidió cambiar el criterio, todas las familias que llegamos aquí aún no volvimos ninguna y hay gente que ya lleva prácticamente tres meses y ahora además finalizan los visados simples de tres meses y hay gente que va a tener problemas", explica ese padre vigués desde Kiev. Dificultades que también podrían afectarles aunque tengan más margen, porque llevan en Ucrania "dos meses", pero "las cosas se están complicando y dilatando más de lo previsto". "No sabemos muy bien cuánto puede tardar el trámite", explica el progenitor, porque además los ucranianos no están "acostumbrados" a esa gestión porque "todos los demás países hacen como hacía España hace escasamente mes y medio", es decir, señala, se van con pasaporte de su país. Este padre añade que "los plazos se echan encima" y apunta que, aunque el visado venza y pasasen a ser "ilegales", no consideran dejar a su hija.

Tras la decisión del Gobierno se vieron abocados al pasaporte ucraniano. "Primero tienes que solicitar la nacionalidad y luego te dan el pasaporte", explica. Aunque el Gobierno ucraniano calculó que tardaría unos tres meses, por ahora, dice, no han dado ninguno. Y esos tres meses, apunta, se solapan con el visado de los padres, pero es que además, explica, primero tienen que denegarte la nacionalidad española, con lo cual "son otros 20 días". "Los plazos no dan", añade, aunque mantendrán la "esperanza".

A su modo de ver, la solución tiene que venir desde España porque los ucranianos se están "adaptando" a la situación que provocó el Gobierno español. La situación, critica, es "completamente ridícula y arbitraria" dado que a los niños nacidos antes de la directriz ministerial emitida el 22 de febrero se les otorgó la nacionalidad "inmediatamente" y salieron con pasaporte español. "Los mayores perjudicados son los propios niños", lamenta, ahora apátridas, por lo que considera que el Gobierno español debería "volver a lo que estaba haciendo hace escasamente dos meses y darle cobertura jurídica a los menores, a los recién nacidos que son hijos de españoles, como hacen todos los demás países de Europa". No es algo "extraordinario", dice. Al menos, insta al Ejecutivo a que emita otra vez, como ya hizo en febrero, "salvoconductos" que permitan enviar a la gente de vuelta.