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Las aulas de Religión se vacían por abajo

La asignatura pierde en un lustro un 16% de alumnos en Infantil y Primaria - Entre los estudiantes mayores resiste o gana adeptos desde que cuenta para la media académica

Niños en un aula de primaria. // Enzo Sarmiento

Los nuevos papás están perdiendo la fe en la Religión, al menos académicamente hablando. En las aulas de Infantil y Primaria gallegas un total de 123.500 niños está estudiando la asignatura durante este curso, una cifra generosa, pero que supone unos 24.000 inscritos menos (16%) que hace un lustro. En cinco años, entre los escolares más pequeños de la casa, Religión (en su inmensa mayoría Católica en el caso de Galicia) se ha dejado por el camino uno de cada cinco matriculados, una sangría que no puede explicarse solo con el recurso al argumento demográfico, dado que los niños de entre 3 y 6 años se redujeron en Galicia un 9% en ese período. En cambio, los gallegos de entre 6 y 12 años serían ahora un 4% más, aumento no se reflejó precisamente en más alumnos para la materia en la etapa Primaria, donde Religión registra una caída de inscritos del 11%.

La tendencia que permiten constatar los datos de la Consellería de Educación la confirman los reunidos por el Ministerio del ramo, que permite comparativas entre las autonomías. La última estadística publicada (relativa a 2016-17) muestra que la Religión sigue siendo la preferida, al convencer a los padres de dos de cada tres niños gallegos que cursan Primaria, el 68,2% -por encima de la media estatal, situada en el 64,5%-, pero una década atrás era la opción elegida por el 87,1% en esa etapa.

Y que la Religión vaya perdiendo peso en estos estadios académicos iniciales, supone que sus alternativas van ganando terreno. Según los datos facilitados por la Consellería de Educación, este año un 41% de los niños en la etapa Infantil, de 3 a 6 años, se forma en Valores éticos o atención educativa. Lo mismo ocurre conforme el alumno crece. En Primaria más de 48.500 niños eligen Valores sociales y cívicos (el 35 por ciento), mientras en ESO, se inclinan por Valores éticos o atención educativa casi 36.300 (más del 39 por ciento).

Y, conforme crece el alumno, el peso de los estudiantes matriculados en Religión va disminuyendo. En estas dos etapas también se nota la pérdida de inscritos en Religión en la última década: un 60,7 por ciento de los alumnos elige la materia en la ESO, seis puntos menos que hace una década, y en Bachillerato lo hace, según el Ministerio, menos de un tercio cuando diez años atrás la elegía más de la mitad. No obstante, es en estos dos niveles donde la Religión recuperó tirón en los últimos años o, al menos resistió mejor.

Este comportamiento ha coincidido con la entrada en vigor de la Lomce, que le ha devuelto a la asignatura su carácter computable para el expediente académico. Aunque el Gobierno central había anunciado su intención de que dejase de pesar en las medias de cara al próximo curso, el proyecto ha quedado interrumpido por el momento por el adelanto electoral.

Además, el colectivo "FilosofíaSi", formado por docentes de Filosofía de Secundaria, denunció el pasado mes de marzo ante el Valedor do Pobo y el Parlamento la obligatoriedad para los estudiantes de 1º de Bachillerato de cursar Religión si quieren estudiar optativas autonómicas como Robótica, Antropología o Coeducación para el siglo XXI. En sede parlamentaria, la conselleira de Educación, Carmen Pomar, desechó que el alumnado se le condicione o fuerce a cursar la materia.

En cualquier caso, Religión, que este año cursan 10.862 alumnos en Bachillerato, ha ganado en esta etapa mil inscritos en el último lustro, un 10% (aunque perdió casi una treintena de matriculados en el último año) y en la ESO incluso más, un 24%, al pasar de los 45.425 matriculados en el curso 2013/14 a los 56.235 actuales, casi todos católicos.

De forma paralela al descenso de alumnos -desde 2011 la Religión ha perdido casi 60.000 "fieles" en las clases-, también ha caído en picado el profesorado que imparte la materia. De los 985 docentes asignados a estas enseñanzas hace diez años, se ha pasado a los 730, un 25% menos, en línea con la caída registrada en Primaria. En total, 190.000 alumnos escogen en Galicia la materia, que en España, según la Conferencia Episcopal, suma 3,3 millones, 300.000 menos que en curso 2008/2009.

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