La "nueva política" que irrumpió desde la izquierda en Galicia con el prólogo de AGE en 2012 y evolucionó desde la coalición En Marea en las generales de 2015 y 2016 al partido instrumental en las autonómicas de 2016 ha fracasado con estrépito. Y lo ha hecho en el momento de mayor debilidad del PP gallego desde que Alberto Núñez Feijóo se sentó como presidente en San Caetano hace una década.

En la primera derrota electoral de este, la izquierda rupturista perdió 96.000 votos y tres diputados dividida en dos papeletas como consecuencia de sus guerras internas, puñaladas y decepciones, comprometiendo a las mareas en su intento de demostrar que no fueron flor de un día en las municipales del 26 de mayo y la alternativa al PP.

En Común y En Marea libraban un pulso por demostrar quién era la referencia de este espacio político y Podemos, núcleo de los primeros, arrasó a la organización de Villares, cuyo batacazo es definitivo. Menos de 18.000 votos, séptima fuerza gallega con el 1% e incluso humillada al ser superada por los animalistas de Pacma en Pontevedra y A Coruña.

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Elecciones Generales en Galicia 2019 | Las imágenes de la jornada

Las imágenes de la jornada electoral en Galicia. // VARIOS

En Común se acordó ayer casi en su última frase ante la prensa de su compromiso territorial, proclamando que el Gobierno compartido que propone al PSOE tendrá "a Galicia en el centro" -con las miradas, por cierto, en Yolanda Díaz como Galiciaministrable -. Con la ausencia de Anova de la coalición y el fracaso de En Marea y BNG, el nacionalismo gallego, por cierto, estará ausente de las Cortes por primera vez casi en un cuarto de siglo.

Tras el 28-M, el rupturismo entra en una nueva fase, que En Marea. La tensión entre este bando y el nucleado en torno a Podemos se trasladará al Parlamento gallego, donde comparten grupo de 14 diputados. Su divorcio solo requiere fecha, pues es una certeza.