Cuenta Francisco Gil que en las charlas de prevención que realizan en centros educativos de A Coruña preguntaron a los estudiantes de 4º de ESO cuántos habían probado las apuestas "y el 40% levantó la mano". "Pues entre un 2% y un 3% de esos jóvenes puede desarrollar una adicción", advierte.

En cuanto al comportamiento de los chavales, Gil indica que empiezan a tener cambios de actitud: "mostrarse irascibles, mentir o buscar la confrontación para irse de casa". "Pero son actitudes que pueden confundirse perfectamente con las características propias de la adolescencia o también comportamientos vinculados a drogas o alcohol", comenta Francisco.

Por ello no es fácil que los padres detecten que un hijo puede estar teniendo problemas con el juego. "Hay que regular la publicidad. Lo invade todo. Y con famosos que animan a los jóvenes a jugar", apunta Gil, que habla de una deuda total por juego de los usuarios de la asociación de casi dos millones de euros.