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Construir una montaña grano a grano

Cada año 8.000 gallegos toman parte activa en programas altruistas

Xesús Neira, voluntario de Cangas, arrancando uña de gato, una especie invasora, en Sálvora. // FdV

"Siempre hay un voluntariado para cada tiempo y un voluntariado para cada necesidad, para cada perfil". La frase pertenece a Xesús Neira Suárez, un voluntario de Cangas totalmente entregado a la causa y que "recomendaría" seguir su ejemplo a todo el mundo. Porque hay voluntariados para todos los gustos y disponibilidades, defiende, lo que bien podría servir de eslogan a la Administración autonómica para convencer a los gallegos que no dieron el paso todavía de lo bien que les vendría hacer un hueco en sus vidas al altruismo.

Y es "todavía" porque son muchos quienes se han apuntado a aportar su "pequeño grano de arena", como explica Xesús, para hacer del mundo un lugar mejor. De hecho, Galicia cuenta con 42.120 voluntarios inscritos en casi mil asociaciones del Rexistro de Acción Voluntaria en la Xunta, un 5,3% más que las previstas en la Estratexia de Acción Voluntaria para alcanzar en 2020. No obstante, en la práctica, como ocurrió el año pasado, son 8.121 -un 5,4% más que en 2017- los que participan de modo activo en alguno de los programas desarrollados por el Ejecutivo gallego para favorecer el medio ambiente, animar la cultura a través de las bibliotecas, acompañar a quienes más lo necesitan o incluso guiar a puerto seguro a quienes se internan en el laberinto de las nuevas tecnologías.

Y es "todavía" también porque, como defiende el entusiasta Xesús Neira, de 62 años y con siete de generosidad social en su currículum contribuyendo a la limpieza de playas o a erradicar especies invasoras, "la gente no sabe que esto engancha" una vez que se empieza. "El cien por ciento de los voluntarios con los que compartí acciones, repite", asegura con convicción este extrabajador de banca que aprovechó la prejubilación para salir al aire libre y disfrutar de la naturaleza y, de paso, es como vivir una "segunda juventud": "Cuando llevaba dos o tres años con este voluntariado, le decía a mi mujer cuando llegaba a casa que venía con 40 años menos en el cuerpo".

Todo empezó cuando se vio "con mucho tiempo disponible" y "ganas de compartir nuevas experiencias". "Entiendo que la vida me regaló bastante suerte y llega un momento en que hay que repartir un poco con los demás", explica Xesús. Pero hay más razones para hacer buenas obras desinteresadas, tantas que cree que "la gente que no conoce el voluntariado se pierde una parte importante de su vida". Las sintetiza en tres: compartir experiencias, aprender de los demás y, "aunque sean pequeños granos de arena", contribuir al cambio. Esto lo visibiliza con la acción que más le motiva, erradicar especies invasoras: "Parecen cosas pequeñas, que no valen para nada, un metro cuadrado de acacias... Pero un metro cuadrado de acacias multiplicado por 50 voluntarios y multiplicado por 50 intervenciones, deja un parque natural sin acacias".

Xesús es un entregado al voluntariado ambiental, que no es el que congrega más fieles entre los programas promovidos por la Dirección Xeral de Xuventude, de la Consellería de Política Social, pero genera entusiasmo, también entre los que están en su primera juventud, como Vanesa Aboy Campañó, de 21 años y de Barro, quien empezó con 17 y a la que le "encanta la naturaleza". Incluso si exige sacrificios, como en verano, y deba elegir ir a recoger basura a una playa en vez de tumbarse en ella junto a sus amigos. El caso es que "engancha", en particular poder darse el gusto de ver todo un arenal limpio tras el esfuerzo, dice. "Me hace sentir bien", explica. "Creo que todos podemos ayudar. Es una forma de poner un granito de arena y sentirse superrealizado", explica.

Las acciones ambientales promovidas por la Xunta en el litoral y en Ons sumaron 249 cómplices en 2018, las destinadas al voluntariado social congregaron a 761 y el digital, a 551. El grueso (6.041) de los 8.121 gallegos que hicieron equilibrios con su tiempo -algunos cuadran sus vacaciones para no fallar en su "compromiso"- optaron por la cultura. Influye el peso de menores de 16 años (61% de los voluntarios gallegos activos) y su apoyo a las bibliotecas escolares, porque el 78% de los voluntarios se acercan a esa realidad, según Política Social, en la etapa escolar. Asimismo, seis de cada diez voluntarios son, en realidad, voluntarias.

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