Las medidas de ciberseguridad ejercen de valladar contra una posible invasión por parte de hackers. Pero, ¿dónde se aloja el objetivo de sus ataques? La "caja de Pandora" digital de Galicia es en realidad un edificio, el Centro de Proceso de Datos Integral (CPDI), que desde la Ciudad de la Cultura de Santiago almacena millones de expedientes susceptibles de ser violentados por los virus..

El CPDI guarda bajo su techo 3.300 servidores con millones de archivos que proceden de 3.000 centros administrativos, 1.400 centros educativos, 600 puntos de atención sanitaria, 322 entidades judiciales, 1.500 oficinas de farmacia o 91.000 empleados públicos, además de ayuntamientos y otras entidades vinculadas con la Xunta de Galicia. Casi nada. En el futuro, necesitará otros 1.200 servidores y requerirá ampliar su almacenamiento hasta los 4 petabytes: casi lo equivalente a la información recogida por la primera foto de un agujero negro en el espacio.

Pero además, el CPDI es la sede del nodo central de telecomunicaciones de todos los servicios públicos de Galicia y el punto a través del cual se conectan todas las administraciones públicas para intercambiarse documentación de forma segura.

El centro opera como la espina dorsal de unos servicios públicos que caminan hacia el "papel cero". Por tanto, también requiere de unas condiciones muy específicas para garantizar su continuo funcionamiento. Un solo apagón no basta para colapsar sus servidores: dos subestaciones eléctricas le proveen de energía, además de disponer de sistemas duplicados de alimentación, un grupo electrógeno de emergencia de larga autonomía y de redes de refrigeración paralelas para que asegurar las condiciones de humedad y temperatura en su interior.

Desde que entró en funcionamiento el 2012, el flujo de información no ha dejado de crecer. Es por es que la Amtega tiene prevista una inversión para este año de 5 millones de euros. Por un lado, 2,5 millones se destinarán a ampliar la capacidad de almacenamiento del centro. Los 2,5 millones restantes -1,5 de fondos Feder- se reservarán acondicionar el espacio y para mejorar algunas de las infraestructuras tecnológica "de base", como actuaciones sobre el cableado o la instalación de armarios.