El aprovechamiento de restos de la vid, matorral y kiwi para combustible, previa su transformación en pellets, es uno de los objetivos de un proyecto transfronterizo que desarrollan centros de I+D de Galicia y norte de Portugal. "De momento la vid ha dado resultados prometedores, y el tojo estamos con él, pero puede tener posibilidades", destaca la investigadora de la Universidade de Vigo Araceli Regueiro. Por su parte, el kiwi "está dando muchos problemas", pero su equipo seguirá testando.

La Universidade de Vigo trata de determinar "cómo de bien o mal" funciona cada tipo de combustible, para lo que, primero, ha puesto a prueba los pellets procedentes de restos de vid, matorral y kiwi en un quemador experimental. Después lo hará en calderas convencionales y realizará una comparativa con otros productos ya comercializados.

Examinan distintos parámetros como la suciedad que esta biomasa deja en los tubos o la formación de escorias en el fondo de las calderas, cuestiones que influyen en la eficacia de la producción de calor. También evalúan otras variables como las emisiones gaseosas y las partículas sólidas que se generan.