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La sangría demográfica se agrava: 60.000 jóvenes gallegas no quieren ser madres

Galicia es la comunidad con más mujeres menores de 30 años y sin hijos - La juventud y el deseo de vivir sin descendencia, principales razones

Sin detenerse en la baja fecundidad es imposible entender por qué a Galicia, como a otras comunidades del noroeste, se le pone el apellido de "vaciada" cada vez con más frecuencia. Argumentos no faltan. El último se dio a conocer ayer: el 93,5% de las gallegas menores de treinta años no tiene hijos, según recoge la última encuesta de fecundidad que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE). El dato -ya de por sí alarmante- es el más alto del conjunto de España y vuelve a poner en jaque la realidad demográfica de una Comunidad en la que el envejecimiento tiene siempre varias marchas más que la natalidad.

Sin embargo, hay otros datos que arrojan algo más de luz sobre esta problemática, como las 100.473 gallegas que ni tienen hijos ni quieren tenerlos. Son el 36,5% del total de mujeres en edad fértil -es decir, que cuentan entre 18 y 55 años- aunque más de la mitad (59.666) tienen menos de 40 años.

¿Significa esto que las mujeres gallegas dan abrumadoramente la espalda a la maternidad? No, pues siguen siendo más las que quieren tener hijos -25.4888 quieren uno (9,2%) y 148.958 (54,1%)desean dos o más-, pero el hecho de que un tercio haya decidido no dar a luz refleja por sí mismo la precaria situación que atraviesa Galicia en cuanto a la fecundidad. La circunstancia, compleja, pese a todo también es compartida. Frente a ese 36,5% de gallegas que no quieren ser madres, en Asturias se registra un 33,4% y en Castilla y León un 32,9%: un noroeste "vaciado" que de momento no da muestras de repoblación.

Entre las causas, Estadística apunta a varias. En cabeza se sitúa un 21,2% de gallegas que se ven demasiado jóvenes para tener hijos, seguido de un 16,2% que directamente no tomaron la decisión de no tener descendencia. A poca distancia, un 14,7% alega que no encontró pareja o que no era adecuada y un 12,9% sostiene razones laborales o la dificultad para conciliar la vida laboral y familiar. A la cola están las mujeres que deseaban seguir estudiando (5,7%), las razones económicas (9,7%) o las razones de salud (10,4%).

Precisamente que los argumentos económicos no sean los mayoritarios da pie a algunas hipótesis llamativas. Mientras muchos de los expertos sostienen que la calidad del empleo es el pilar fundamental a la hora de incentivar la natalidad, los datos no acaban de confirmar que las trabajadoras estén más predispuestas a la maternidad en un plazo de tres años. Así, son más las paradas (22,5%) que quieren dar a luz que las gallegas que tienen un puesto de trabajo (17,9%) y que las que se encuentran en situación de inactividad (9,9%).

Un cuadro similar se produce con el nivel de ingresos y la diferencia entre las mujeres que ya tienen hijos y las que no. Pese a que la lógica invita a pensar que una menor renta implica una menor tendencia a la maternidad, esto tampoco acaba de ser así: son más las madres que reciben menos de 500 euros al mes (54,7%) que las 45% que, con igual input, no tienen hijos.

La tendencia, eso sí, se invierte a mayores niveles de ingresos. También hay una mayoría de madres entre las mujeres que ocupan puestos de dirección o gerencia (71,8%) al igual que entre las que desempeñan labores técnicas o científicas (55%).

Por otro lado, en la actualidad la encuesta indica la existencia de 10.668 mujeres embarazadas; convertidas casi en una excepción en una Galicia que vuelve a recibir malas noticias demográficas.

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