A comienzos de junio termina la moratoria de 18 meses que fijaba la Lei de Benestar Animal para que los centros de recogida de animales abandonados dejen de dar muerte a animales. Los concellos, que son los que tienen la competencia de estas instalaciones, se preparan para esta nueva obligación y aumentan instalaciones y dedican más recursos a las perreras, por ello insisten en reclamar más medios a la Xunta, y lamentan que la Consellería de Medio Ambiente imponga esta obligación, pero no dote de recursos para su realización. Un municipio negocia el presupuesto en la actualidad y el precio medio por perro que acoge es de 6 euros al día, lo que supone 2.190 euros al año. En su caso, prevé duplicar el coste, pues ya en 2018 ha constatado que aumentó el abandono de animales para evitar sanciones por no ponerles chip, como exige la nueva Lei de Benestar Animal.

Fegamp, diputaciones y concellos consultados por este diario no se ponen de acuerdo en el coste que implica. Manejan informes diferentes desde que el presupuesto crece un 35% hasta que se dispara un 200%. Depende mucho del punto de partida, apuntan.

Los concellos también sostienen que ya intentan recurrir a la eutanasia lo menos posible. Por ejemplo, la Diputación de Pontevedra, que ha asumido la competencia de 48 concellos y tiene en Armenteira un centro de acogida que atiende de media a 600 animales al año, remarca que "siempre ha tenido una política contraria a la eutanasia" . "Sólo se contempla para animales agresivos o por enfermedades o lesiones graves y así evitar el sufrimiento de los animales". También indica que "las eutanasias nunca se realiza antes de tres meses" y de hecho tiene 100 perros que llevan más de dos años en el centro a la espera de una famlia que los adopte. El presupuesto que maneja es de 620.000 euros y el año pasado apróbo la ampliación de la perrera en 370 metros cuadrados.

Libera, asociación animalista, denuncia que se practica "el sacrificio encubierto", pues es políticamente incorrecto" reconocer la muerte de animales. Hay estadísticas de perreras donde aparece el concepto "animales perdidos" y en algún caso son 25 al año. "No nos creemos que se les extravíen animales, cuando están saturados sacrifican a los más viejos", apuntan desde Libera, y advierten de que los municipios que carezcan de recursos para aumentar instalaciones y personal seguirán "matando animales cuando se vean desbordados". De hecho, apuntan que la ley obliga al sacrificio pero también admite excepciones como "evitar un sufrimiento grave e irremediable o afección grave, o bien por razones motivadas de sanidad o bienestar animal, de salud pública, de seguridad de las personas o medioambientales". En aras del bienestar de los animales y para que no estén hacinados, se podrá seguir practicando la eutanasia en los centros de acogida, denuncia un portavoz de Libera.

¿Y cuántos animales se abandonan al año en Galicia? No hay estadísticas oficiales, pero Libera sostiene que el año pasado fueron 22.000, un 16% más que el ejercico anterior, y no solo perros, también gatos, conejos, cerdos vietnamitas y otros animales exóticos.

La Fundación Affinity, dedicada a la promoción de la adopción de animales, calcula que el 2% de los animales abandonados terminan siendo sacrificados, lo que en Galicia supondría la muerte de 440 animales al año. Como las camadas indeseadas se perfilan como la principal causa de abandono de animales, Libera pide más campañas de sensibilización entre la ciudadanía y el fomento de la esterilización.

Precisamente la Xunta, en colaboración con el Ministerio y demás autonomías, preparan un plan para impulsar la tenencia responsable de animales de compañía, con campañas de información y actuaciones para animar a "la esterilización, las adopciones, evitar el abandono y en definitiva sensibilizar a la población y erradicar esta conduca delectiva y que los centros de recogida no precisen aumentar su capacidad".

El presidente de la Fegamp, Alberto García, aboga por una colaboración a tres bandas de Xunta, diputaciones y concellos para prestar en condiciones el servicio de acogida de animales abandonados. "La cuestión está encarrilada, ha habido conversaciones, pero ahora vienen las elecciones municipales, y será la próxima dirección de la Fegamp la que debe culminar la negociación. La Xunta debe arrimar el hombro y ayudarnos a financiar el servicio pues ha cambido las reglas del juego al prohibir el sacrificio de animales".