El billete básico de las nuevas líneas de transporte en autobús fuera de los núcleos urbanos costará 1,5 euros a final de año, si bien el precio se incrementará en función de la distancia recorrida con una tarifa lineal para toda Galicia. Además, el incremento del precio queda fijado en un 1% anual durante la próxima década, por lo que el viaje mínimo se encarecerá quince céntimos en ese período hasta alcanzar los 1,65 euros.

Este esquema de precios consta en los pliegos del concurso para explotar cerca de 2.000 rutas de autobús que aprobó la Xunta el viernes y ayer hizo públicas la plataforma de contratación. Las empresas interesadas en estas 100 concesiones dispondrán de plazo para presentar ofertas hasta el 3 de mayo. Posteriormente, saldrán a concurso otros 50 contratos para renovar la totalidad del mapa de transporte por carretera de la comunidad.

Las normas de la Unión Europea obligaban que a partir de este año las concesiones de este tipo de transporte se firmasen por una década, pero la Xunta se vio obligada a adelantar dos años la renovación de este sistema porque la justicia anuló la prórroga de contratos anteriores. Muchas empresas renunciaron a estos y la administración sacó a concurso concesiones durante dos años.

A finales de este año, sin embargo, todos los contratos serán renovados. Se hará en dos fases. La primera afecta a 100 contratos, licitados ayer, que afectan a Ourense, parte de Pontevedra y Lugo y algunas zonas de A Coruña. La segunda se referirá a otros 50.

Los primeros lotes suponen un negocio de 627,7 millones de euros, de los que la Xunta aportará alrededor de 500 como pago del transporte de escolares.

En todos los casos, la subida de billete estará blindada con un 1% anual y se veta la posibilidad de aumentar la aportación pública en el contrato, por lo que "estos contratos no están sujetos a revisión de precios", según consta en los pliegos.

De las casi 2.000 rutas que salen a concurso, 1.400 serán compartidas entre escolares y viajeros regulares, que aprovecharán las plazas libres. El peso de este sistema se triplicará el próximo curso, que comienza el mes de septiembre.

Del 12% de rutas compartidas se pasará al 37%, que usarán 27.500 escolares, de los aproximadamente 90.000 que cada día van a clase en autobús. Este sistema se centrará en el ámbito rural, que es en el que existen plazas vacantes, pues en los entornos urbanos -en los que la gestión corresponde a la Consellería de Educación- los buses circulan casi completos.

Bonos mensuales

A final de este año también se adjudicarán otros 50 contratos, pero el transporte compartido en estos solo entrará en funcionamiento a partir del curso 2020-21. Entonces, el porcentaje que usa este modelo será del 50%, según detallan fuentes de la Consellería de Infraestructuras e Mobilidade.

Entre las novedades que incorporan los nuevos contratos también incluyen la obligación de que los clientes puedan pagar con la tarjeta de transporte metropolitano y de que las empresas apliquen bonos mensuales para viajeros habituales con al menos 50 viajes en ese período. Les aplicarán un descuento del 50% o le venderán el bono a 50 euros.

En el lote de contratos revelado ayer destaca el valor de tres de ellos: los casi 22 millones del que afecta a la comarca de O Morrazo y los 36,2 y los 21,8 de los transportes metropolitanos de Ferrol y Pontevedra, respectivamente.

Infraestructuras ofrecerá así el servicio de bus urbano inexistente en ambas urbes. La conselleira Ethel Vázquez avanzó ayer que ambos concellos tienen la "obligación legal" de este servicio, al contar con más de 50.000 habitantes, por lo que la Xunta detraerá el coste de este de la aportación que les corresponde del fondo de cooperación local.