La Xunta ha activado el proceso para adjudicar la concesión de 2.000 líneas de autobús distribuidas en cien contratos durante la próxima década, un negocio que supone 630 millones de euros en ese período, de los que la Xunta aportará 500 vinculados al transporte escolar. A la licitación de esas concesiones autorizada ayer y que se concretará en los próximos días, le seguirá otro lote de 50 contratos más que completarán la renovación del transporte de viajeros por carretera comenzada hace dos años.

La normativa europea obliga al Ejecutivo gallego a adjudicar los contratos de explotación del transporte por autobús durante un período de diez años a partir de este año, pero la administración adelantó la renovación de concesiones en 2017, forzada por la anulación, por parte del Tribunal Supremo, de la prórroga de los contratos entonces vigentes. Decenas de empresas renunciaron a seguir explotando 600 líneas y la Xunta acometió una renovación provisional en dos fases. Aquellos contratos fueron adjudicados durante dos años y vencen este verano.

Tal como consta en el Plan de transporte público de Galicia y para cumplir el cronograma comunitario, la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade adjudicará este año de nuevos todos los contratos de explotación de transporte en autobús.

El Consello de la Xunta aprobó la primera licitación, que afecta a 100 contratos, 2.000 líneas y 1.000 vehículos. De esas líneas, 1.400 se regirán por el sistema de "transporte compartido", que permitirá a los particulares utilizar las plazas vacantes en los buses escolares, para lo que estarán contratados 800 acompañantes que vigilarán a los alumnos. En períodos no lectivos, se aplicará a muchas de estas el modelo de servicio bajo demanda: los ciudadanos deberán llamar para solicitar que los buses se detengan en sus paradas. En total, este modelo funcionará en 1.000 líneas.

Los nuevos contratos, además, permitirán la subrogación de alrededor de un millar de conductores, lo que desvincula sus puestos del resultado de una adjudicación en la que cada empresa solo podrá explotar un contrato, según avanzó ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, tras la reunión semanal del Consello.

El primer proceso de adjudicaciones afecta a Ourense, la mayor parte de Lugo, la mitad de Pontevedra y algunas zonas de A Coruña. Las concesiones para explotar los autobuses en el resto del territorio se decidirá en el lote de 50 contratos pendientes.

Cuando todo el proceso finalice, la Xunta aportará en total 70 millones de euros.

Entre los cambios introducidos por Infraestruturas, además del impulso al transporte compartido, destaca el establecimiento de una tarifa única por kilómetro recorrido y se permitirá el pago mediante la tarjeta de transporte metropolitano de Galicia o la tarxeta xove. Además, la Xunta aseguró en mayo del año pasado que una aplicación permitiría a los padres saber cuándo suben y bajan del autobús escolar sus hijos.