Los casos registrados de tos ferina en Galicia durante el año pasado ascienden a 44, menos de uno por semana, una cifra muy baja, un 65% inferior, si se la compara con los datos de 2017, cuando fueron 126, de 2016, cuando ascendieron a 128, e incluso más si la referencia es 2015 (168 casos).

Así lo adelanta la Consellería de Sanidade, que apunta que los casos registrados entre 2012 y 2015 son anteriores a la introducción de la vacunación en embarazadas. Precisamente este sería uno de los argumentos o causas en las que la Xunta ve justificado el amplio descenso. Según el boletín indica que "tan amplia reducción", que además se produce "en todos los grupos de edad", "probablemente tiene que ver con tres causas que operan en el mismo sentido: que 2018 queda en la rama descendente de una onda epidémica, la vacunación de la embarazada y el notable aumento de la inmunidad que supuso el rescate de los niños que no se pudieron vacunar a los 6 años por problemas de suministro de la vacuna".

"Repesca" de no vacunados

En esa línea, recuerdan que en mayo de 2015 se eliminó, por problemas de abastecimiento, la dosis de recuerdo de los seis años, que no se recuperó hasta mayo de 2017. Entonces arrancó el rescate de los niños que se habían quedado sin la inyección (nacidos de 2009 a 2011, explicita la Administración gallega).

En octubre de 2018, el Sergas sostiene que la cobertura con esta dosis era de casi el 93, 85 y el 88% en los nacidos, respectivamente, en 2011, 2010 y 2009.

El descenso se produce en todos los grupos, pero el "más notable", según la Xunta, es entre los menores de un año, que registra una incidencia un 94% inferior al período de referencia.