Si entre 2011 y 2018 se construyeron en Galicia 3.019 inmuebles públicos, mientras que solo en 2007 fueron 3.774, la opción de rehabilitar una vivienda para ofrecerla como protegida también ha sufrido una considerable merma producto de la crisis. Si, por ejemplo, en 2011 y 2012 llegaron a las 5.800, en los últimos cinco años no han superado las 750.

La opción de rehabilitar una vivienda protegida tuvo su peor momento en 2014, ejercicio en el que no hubo ninguna aprobación de este formato. Desde entonces la curva de iniciativas de este tipo es errática: 144 en 2015, 324 en 2016, solo nueve en 2017 y 175 el pasado año. Pero nada comparado con los primeros tiempos de la recesión económica, cuando entre planes estatales y autonómicos se rehabilitaban casi 6.000 viviendas al año.

Durante el ejercicio pasado, de los 175 inmuebles que se rehabilitaron para que entrasen en el apartado de protegidos, 60 estaban localizados en la provincia de Pontevedra, 58 en Lugo, 41 en Ourense y 16 en A Coruña.

Si en cuanto al esfuerzo en la construcción de viviendas públicas, Galicia fue la sexta comunidad que menos esfuerzo ha hecho en los últimos ocho años, en el apartado de rehabilitar inmuebles para convertirlos en protegidos ocupa la quinta posición. Solo les superaron Asturias (118), Canarias (64), La Rioja (28) y Castilla y León. Llama la atención que en esta última comunidad no se haya contabilizado ningún inmueble de este tipo entre 2014 y 2018.