El portavoz de En Marea, Luís Villares, reivindicó ayer a su formación como "única fuerza política gallega capaz de determinar en positivo la gobernabilidad del Estado" y de derogar la Ley Mordaza y la reforma laboral de 2012. En declaraciones a los medios tras participar en un acto de la formación en Vigo para recoger ideas para su programa electoral de cara a las elecciones generales del 28 de abril, Villares cargó contra las políticas del Partido Popular que "privatizan" los servicios públicos y "crearon más exclusión social que nunca".

Así, y esgrimiendo que "tampoco valen dar cheques en blanco" al PSOE, se mostró "convencido" de que En Marea es "la única fuerza política capaz de ofrecer una solución que sea garantía de la mejora del bienestar de los gallegos y las gallegas". Villares culpó a las reformas laborales "hechas por el Partido Popular y el Partido Socialista" durante la crisis de "condenar a la precariedad y explotación" a los trabajadores. En relación a ello, hizo hincapié en que ello ha tenido como "consecuencia" los "casi 1.000 despidos" de Bosch en Vigo a causa del ERTE planteado el mes pasado.

Además, advirtió al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que "no es verdad" que no pueda hacer "nada contra la acción del mercado eléctrico" que, en palabras de Villares, "pone en riesgo el futuro de empresas electrointensivas" como Alcoa y supone "una estafa a final de mes en todos los hogares gallegos".

"En Marea, a principios del año pasado, pidió un cambio en la regulación del sector eléctrico y el PP, cuando gobernaba, votó en contra y el PSOE votó a favor. Cuando cambió el Gobierno de España con Pedro Sánchez, fue el PSOE el que votó en contra y el PP votó a favor. La única fuerza coherente durante estos años fue En Marea", relató.

Paralelo a ello, apeló a "seguir avanzando en la recuperación de la memoria histórica" del país, algo que "no es solo" la cuestión de qué hacer con el Valle de los Caídos y los restos de Franco, sino que "es también" la recuperación para las manos públicas del Pazo de Meirás de Sada (A Coruña), propiedad de la familia del dictador.