Los centros educativos gallegos realizan cada curso actividades extra, desde clases de refuerzo hasta pautas para mejorar la convivencia. Para ello firman un contrato con la Xunta (llamados contratos-programa) en el que se fijan unos objetivos de mejora del alumnado en las áreas en las que detectan carencias. Se pusieron en macha con carácter experimental en el curso 2011-2012 como medida de mejora de la calidad de la enseñanza y de lucha contra el abandono escolar y actualmente los contratos-programa alcanzan a 572 centros y llegan a casi 352.000 alumnos de Primaria, Secundaria, ESO, Bachillerato y FP, según el informe elevado ayer al Consello de la Xunta.

En esta actividad de refuerzo participan 669 docentes, de los que 295 con profesores externos contratados específicamente para este fin.

Para financiar estas líneas de ayuda al estudiantes, así como el transporte escolar, dado que esta actividad se desarrolla fuera del horario lectivo, el Gobierno gallego tiene presupuestado este año casi 6 millones de euros.

El avance en competencias específicas, como matemáticas, lengua o ciencias, es la línea más demandada por los centros educativos gallegos (unos 500 centros participan en esta mejora de resultados del alumnado). Pero, entre las tres, hay una mayoritaria: matemáticas, el refuerzo del cálculo.

La experiencia piloto arrancó con 144 centros de educación y 11.600 alumnos. Y son los colegios e institutos lo que solicitan voluntariamente incorporarse a estos programas.