Dos de cada tres gallegos que registran su última voluntad acerca de cuidados y tratamiento de su salud o, llegado el caso de su muerte, sobre el destino de su cuerpo y órganos, son mujeres. En total son ya 8.315, según los datos difundidos hoy por la Administración autonómica, los ciudadanos que han formalizado su inscripción en el Rexistro Galego de Instrucións Previas, si se analiza el período comprendido entre marzo de 2008, cuando arrancó, hasta el pasado mes de diciembre. El año pasado a estas alturas eran 7.348, por lo que han crecido un 13%.han crecido un 13%

Aunque la decisión de manifestar de forma anticipada la voluntad, siendo mayores de edades, capaces y libres, sobre decisiones vinculadas a la salud para que se cumpla cuando el afectado no sea capaz de manifestarla personalmente preocupa sobre todo a los mayores de 65 años, que suponen más de una tercera parte de los que registran el documento, al Sergas también le constan un 29,6% con edades de hasta 50 años, y un 4,5% que, como mucho, ha cumplido los 30. Con todo, la edad media es de 58 años.

Lo que todos, o casi todos (el 99,6%), de los otorgantes especifica en las instrucciones previas es qué cuidados y tratamientos desea recibir si se ve impedido en el futuro (por ejemplo, no padecer dolor físico invalidante, no prolongar la vida en situaciones clínicas irreversibles...), pero solo un 5% explicita qué hacer con su cuerpo. Casi la mitad, no obstante, sí deja constancia acerca del destino para sus órganos y tejidos.

Ante funcionario

La mayor parte de los documentos, seis de cada diez, están formalizados ante un funcionario de la Xunta, pero también puede hacerse ante notario (uno de cada cuatro) o ante testigos (casi uno de cada cinco casos).

Las provincias que concentran más gallegos preocupados por el destino de su cuerpo y de sus tratamientos son A Coruña y Pontevedra. La primera acapara el 48% de los casos y la segunda, uno de cada tres.