Como tantos otros domingos, Nicolás González Casares buscó ayer por la mañana el refugio de su queridísima Serra do Candán para alejarse por unos momentos del mundanal ruido en que se convirtieron su móvil y sus redes sociales desde que, durante la tarde del sábado, trascendiera su candidatura al Parlamento Europeo. "Pues ya es oficial, soy el 9 en la lista del PSOE a las elecciones europeas que encabeza Josep Borrell. Voy a darlo todo con humildad pero con la convicción de que Galicia se juega mucho en Europa", puso en Facebook.

Agradeció la oportunidad al secretario general y mentor, Pedro Sánchez, y nombró a sus compañeros Yoya Neira (A Coruña) y Blas García (Ames). Mostró "admiración" hacia el eurodiputado saliente, a quien sustituye, un "Pepe Blanco, leyenda viva y orgullo del socialismo, que tiene mi máximo respeto y afecto"; y recordó a "un amigo que ya no está, Ceferino Díaz".

-El PSOE obtuvo catorce eurodiputados hace cinco años, así que ya estará preparando las maletas...

-Tengo bastantes opciones, es lo que se llama un puesto de salida prácticamente segura.

-¿Es compatible con la candidatura a la Alcaldía de Lalín?

-No lo sé, ni siquiera he tenido tiempo de mirarlo. En todo caso, en los próximos días la ejecutiva de Lalín nos reuniremos y decidiremos qué es lo mejor.

-¿Cómo y cuándo se enteró de la propuesta?

-Me llamaron ayer (sábado), me dieron un tiempo, no mucho, para pensarlo y acepté, porque es un honor que llamen a uno de Lalín para ir al Parlamento Europeo representando a Galicia y, sobre todo, que la iniciativa parta del secretario general y presidente del Gobierno.

-¿Lo interpreta como un pago por su acérrimo apoyo a Sánchez?

-No creo que solo sea por eso, sino también porque se conoce mi trayectoria de muchos años trabajando por el partido. Y...sí, he sido una persona siempre leal, que estuvo en todo momento con Pedro Sánchez, que quería renovar las listas europeas, y es un honor que pensara en mi también para ir con gente como Borrell o Sami Naïr. Forma parte del relevo generacional que pretende hacer y en el que tiene que haber gente que haga el trabajo duro de infantería en los territorios.

-¿Se esperaba algo así? ¿Qué supone en su carrera?

-Nada, completamente inesperado. Le doy las gracias a Pepe Blanco, que fue de los primeros que me llamó, y eso que voy en su sitio, por así decirlo. Es un reto con el que no contaba ni estaba entre mis aspiraciones políticas. Estoy un poco sorprendido y asustado por la repercusión mediática que ha tenido, sobre todo por suceder a Pepe Blanco, que es alguien de mucho peso, historia viva del PSOE; seguramente nadie se esperaba que fuera uno de Lalín, con una trayectoria no tan larga como la suya. Pero, ya digo, Pepe fue el primero en felicitarme, ayer (sábado) por la noche, y he recibido buenos consejos suyos.

-Aunque todavía sea prematuro, no sé si tiene ya algo en mente de Galicia o incluso de Lalín para llevar al Parlamento Europeo...

-Me centraré, sobre todo, en las encomiendas que tenga del PSdeG, y ahí tendrá mucho que decir Gonzalo Caballero, por dónde me quiera guiar. Pero, desde luego, me preocuparé por los sectores productivos de Galicia, como el agroganadero y el pesquero, estarán entre mis encomiendas. También me gustaría llevar alguna cuestión de medio ambiente y transición energética. Pero, sobre todo, hay una cuestión muy importante que se tiene que hablar ya en Europa, que es cómo afrontar el despoblamiento rural y qué medidas se pueden llevar a cabo para que el interior de Galicia y otros sitios de España no se vean en ese problema y puedan mantener su población. Es una preocupación que hay que abordar en el futuro.