Gabarri cursó dos ciclos medios de carpintería y después uno de integración social. Se dio cuenta de que lo que realmente le gustaba era ayudar a los demás. "Me llamó más lo atención lo social. Hice prácticas en su momento con personas sin hogar y me gustó mucho", cuenta David, de 22 años y estudiante en la actualidad del grado universitario Educación Social.

También da clases y orienta a jóvenes gitanos en A Coruña (ciudad en la que vive David) a través de la Fundación Secretariado Gitano. Él mismo participó en el Programa Promociona. "Yo era un alumno que iba un poco por libre, pero participaba en tutorías cada cierto tiempo. En el instituto me ayudaban en orientación y sobre todo con las becas. Me vino bien", describe Gabarri. Cuenta que sí vivió situaciones discriminatorias. "Siempre hay gente que tiene prejuicios hacia los gitanos, que lo ve como algo negativo. Incluso en el colegio puede llegar a catalogarse al alumno antes de conocerlo", expresa Gabarri. También cree que hay diferencias en el acceso al mercado laboral.

"Podemos prestar ayuda a mayores con el tema laboral, a los niños con el tema educativo. Me gusta. Muchos necesitan motivación. Muchos chavales necesitan creerse que pueden, trabajo para que tengan más autoestima, que creen hábito de estudio, también con los padres para que sepan cómo ayudarles o apoyarles", cuenta Gabarri, que cree que todavía "se hace mucha diferencia entre si eres gitano o no gitano".