El Ministerio de Educación activó en noviembre de 2016 un Teléfono de Atención a Víctimas de Violencia Escolar. En su primer informe, correspondiente al año 2017, los psicólogos que atienden este servicio recibieron 269 denuncias de acoso escolar desde la comunidad gallega.

A este teléfono pueden llamar los propios alumnos, pero también padres, madres, tutores legales, profesores o personal del centro. El total de llamadas recibidas desde Galicia fue 585, pero tras filtrar las comunicaciones erróneas, bromas o que simplemente solicitaban información, se redujo la cifra de menores con problemas de acoso escolar a 269.

Los psicólogos que atienden las llamadas aconsejan a los menores, familias o profesores que llaman para notificar estos casos que denuncien la situación al colegio y a las fuerzas de seguridad.

Solo en los casos más graves se traslada el expediente a la inspección educativa y a las fuerzas de seguridad. De las llamadas realizadas desde Galicia doce fueron trasladadas a los inspectores y otras seis a la Policía. Casi la mitad de la agresiones son psicológicas, un 24 por ciento físicas y un 21 por ciento sociales (cuando se persigue la exclusión o marginación de la víctima).