El conselleiro de Cultura e Turismo, Román Rodríguez, ha asegurado este sábado que la Xunta estudia dónde colocar cámaras en el entorno de la Catedral de Santiago para proteger el patrimonio y "disuadir a aquellos desalmados que quieran atentar" contra el mismo.

Una medida que el Ejecutivo gallego pretende llevar a cabo después de que el pasado martes la Catedral amaneciese con cinco pintadas reivindicativas en varias de sus fachadas.

Tal como ha explicado Rodríguez en declaraciones a los medios, el Gobierno autonómico está trabajando para poner en marcha medidas preventivas, "a través de sistemas de seguridad" que "impidan que esto vuelva a suceder".

"En este sentido, los técnicos de la dirección xeral de Patrimonio están en contacto con la Fundación Catedral, con la que ya hemos tenido varias reuniones. Ahora estamos a la espera de otro encuentro, en este caso con la subdelegación del Gobierno de A Coruña, porque debemos tener las medidas necesarias para prever y sobre todo para proteger el patrimonio", ha subrayado el conselleiro de Cultura e Turismo.

Concello

Así, ha indicado que los trabajos tratan de detectar "puntos muertos" y "puntos sensibles" para poder situar allí vigilancia. Preguntado sobre una posible implicación del Ayuntamiento, a pesar de la polémica surgida esta semana tras las declaraciones del alcalde de Santiago, Martiño Noriega, de que el conselleiro trató de "instrumentalizar" el hecho; Rodríguez ha asegurado que "se hablará con el Gobierno local".

"Creo que es un clamor de todo el mundo, de las formaciones políticas y de la sociedad", ha señalado el titular de Cultura, quien ha añadido que "todo el mundo entiendo que no se trata de poner cámaras porque sí, se trata de poner cámaras que, respetando siempre la privacidad de las personas, permitan obtener un rédito fundamental, que es proteger el patrimonio".

"La respuesta fue prácticamente unánime del conjunto de la sociedad y creo que en este sentido, todo lo que sea necesario para mejorar la seguridad de la Catedral tenemos la obligación de hacerlo", ha apuntado.

Limpieza

Por su parte, en cuanto a las labores de limpieza, Román Rodríguez no ha querido estimar la duración de las mismas y ha explicado que son unos "trabajos complicados" ya que "no se trata de borrar de cualquier manera las pintadas, sino de que cuando se retiren no quede ningún sello en la piedra".

Asimismo, ha lamentado que los productos químicos utilizados para pintar las paredes del monumento son "muy penetrantes" en la porosidad del granito. "No tiene ningún sentido hacer ese daño a un bien patrimonio de la Humanidad", ha criticado, por lo que ha reiterado que espera que se encuentre a las personas que han realizado las pintadas y que se les imponga la ley, que puede implicar multas de hasta 150.000 euros.