Ningún testigo avala la declaración exculpatoria del joven acusado del gran incendio de Ribeira, que en verano de 2013 devoró casi 200 hectáreas, puso en riesgo el hospital y obligó a corta la autovía de Barbanza. Tanto el círculo de amistades como su propia madre desmontaron ayer en el juicio la coartada del voluntario de Protección Civil.