Galicia cerró 2018 con un total de 60.099 dependientes atendidos, y 7.804 con derecho a recibir ayuda, pero esperando todavía por ella. Éstos son los datos que más trascienden cada año desde que en 2009 arrancó la puesta en marcha del sistema de ayuda a los dependientes en España. Pero esta nueva pata del Estado de Bienestar tiene otros efectos. En diez años ha permido la creación de 17.160 empleos en la comunidad, que se ha convertido en la tercera autonomía donde la dependencia ha generado más puestos de trabajo.
Por cada millón de euros de gasto público en el sistema de dependencia, en Galicia se generan 46 empleos, muy por encima de los 38 empleos de la tasa estatal.
Por delante de Galicia se sitúan Castilla y León con 52 empleos y Extremadura, con 51. En el extremo opuesto de la lista están Baleares con 18 puestos de trabajo y Murcia, con 21 empleos.
¿Por qué unas comunidades crean más empleo que otras al abrigo de la Ley de Dependencia? Por el tipo de ayudas que impulsan. "La apuesta de Galicia de los últimos años por los servicios de proximidad, y especialmente de servicios como la ayuda de domicilio ha permitido situarla como una comunidad con una tasa de generación de empleo muy por encima de la media nacional", explican desde la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales.
De hecho, en Galicia la ayuda a domicilio, un asistente que acude por horas a casa del dependiente, es la principal prestación. El 33% de las ayudas son ayuda a domicilio. Más de 23.000 dependientes reciben esta prestación en Galicia. De las 6.519 ayudas nuevas del año pasado, 2.844 fueron de ayuda a domicilio y 1.219 de teleasistencia (un servicio que permite pedir ayuda en caso de urgencia, desde el propio domicilio).
El primer año de arranque del sistema de dependencia, en Galicia ya se crearon 4.928 empleos, desde entonces los puestos de trabajo se han multiplicado casi por cuatro hasta los 17.160. El año pasado las nuevas prestaciones permitieron la firma de 1.948 contratos. Si ahora mismo hubiera recursos para atender a los 7.804 dependientes que están en lista de espera, se podrían crear 2.229 puestos de trabajo. Si a los cuidadores familares se les ayudará a pagar la seguridad social como se hacía antes, la creación de empleo sería mayor.
En el sistema de dependencia, la pata que falla es la de la Administración estatal. El año pasado, el coste del modelo superó los 454 millones, de los cuales 281 millones los aporta la Xunta, 91 millones el Gobierno central y 82 millones, los dependientes vía copago.
Con la crisis económica, en 2012, el entonces Gobierno de Rajoy aprobó una serie de recortes en el sistem de dependencia que para Galicia ha supuesto una pérdida de 198 millones de euros desde entonces de financiación estatal, según los cálculos de la Asociación de directores y gerentes de servicios sociales. Solo el año pasado, Galicia dejó de recibir en virtud de este tijeretazo 29 millones, con los que se podría haber atendido a 5.160 dependientes y haber creado 1.342 empleos.
