Hace años, antes de la crisis, muy pocos gallegos se inscribían en el registro de demandantes de vivienda de la Xunta para acceder a un piso en alquiler. Casi todos ansiaban acceder en propiedad. Pero las tornas han cambiado y ahora son mayoría, el 67%, los que se apuntan para entrar de alquiler en una vivienda protegida. Concretamente, hay 9.048 personas en espera actualmente. Pero la oferta es escasísima. La previsión es que en los próximos años solo se incorporen al mercado como vivienda protegida dirigida exclusivamente al alquiler unos 200 pisos. La relación es de 39 demandantes por cada inmueble.
El parque de pisos de promoción pública para alquilar está, fundamentalmente, en manos del Instituto Galego da Vivenda e Solo (IGVS). Los concellos apenas tienen y las que hay, están destinadas a casos de emergencia social o de víctimas de violencia de género, por ejemplo.
El IGVS cuenta con 3.500 viviendas adjudicadas en régimen de alquiler, a punto de hacerlo o en obras de reparación. Pero es una cifra insuficiente, dado que la lista de espera supera los 9.000 solicitantes. Y por tanto, si quieren entrar en alquiler en una vivienda promoción pública o tienen que aguardar que quede vacía alguna de las ocupadas o esperar a que se terminen las 200 que están fase de construcción o de rehabilitación.
La demanda de este tipo de alojamiento se concentra sobre todo en el área de Vigo, pero la oferta de las nuevas viviendas para el alquiler está muy redistribuida por toda la comunidad. Según informa el IGVS, actualmente se están construyendo 62 en Vigo, repartidas en dos grupos de 26 y 36 con un presupuesto total de 9,2 millones de euros. A este paquete se suman otras 40 en el Parque Ofimático de A Coruña con 5,5 millones de inversión y 3 pisos más en Ourense en construcción y 8 que se han terminado recientemente.
Además, cuenta la Xunta, se está desarrollando una experiencia piloto de viviendas modulares a partir de bloques realizados en fábrica, con seis de estas construcciones ya licitadas en Cenlle (Ourense) y tres a punto de licitarse en Sober (Lugo).
Otra vía que se explora es la rehabilitación de inmuebles en conjuntos históricos adquiridos previamente por la Administración autonómica. Su número no es muy elevado, pues hay dos en Ferrol, 16 de Betanzos, 9 en Lugo, 5 en Ourense, 2 en Mondoñedo y 3 en Vilalba.
A estas viviendas se sumarán más adelante la que salgan de la compra de 26 edificaciones en Ferrol, Betanzos, Lugo y Ourense sobre las que aún no se puede conocer cuántas viviendas saldrán.
Por otro lado, la Xunta cuenta con una línea de subvenciones destinadas a los concellos con el objetivo de rehabiliten viviendas para posteriormente destinarlas también al alquiler. En la primera convocatoria se concedieron subvenciones para nueve pisos, a los que se sumaron otras 32 en la segunda convocatoria, realizada el pasado año.
Por su parte, los concellos apenas disponen de parque de viviendas, pero sí disponen de líneas de subvenciones para financiar parte del alquiler que pagan los inquilinos.
