Los Colegios de Enfermería de Galicia y la sociedades de científicas de las especialidades de enfermería pediátrica, matronas y enfermería familiar y comunitaria han entregado hoy a la Consellería de Sanidade sus alegaciones al borrador de reforma de atención primaria. Un total de 38 alegaciones para subsanar las " numerosas deficiencias y falta de concreción".

Las enfermeras muestran "de forma unánime su disconformidad" con la propuesta del Sergas para su colectivo y exigen "una dirección propia", aumento de plantillas para resolver la sobrecarga estructural que padecen y un "marco legal que desarrolle las funciones y competencias de las enfermeras" ahora que la Xunta se plantea darles nuevos cometidos.

Consideran que una dirección propia "se hace imprescindible para que las enfermeras asuman el papel relevante que les corresponde asumiendo las responsabilidades de planificación, ejecución y gestión de recursos, competencias y funciones en coordinación con los restantes profesionales". Los médicos se habían mostrado contrarios a esta dirección propia para enfermería y finalmente el Sergas desoyó en el borrador la petición presentada por las enfermeras.

Las enfermeras piden que se defina "una cartera de servicios que oriente y ayude al paciente en cuanto a los cuidados y atenciones que puede recibir de su enfermera". Consideran que esto ayudaría a "cuantificar las intervenciones reales de las enfermeras y de paso ajustar más acertadatamente el número de profesionales necesarias".

Si los médicos piden más plantilla, las enfermeras también. Denuncian que hay un déficit en la plantilla actual.

Por último reclaman "respaldo legal" a las nuevas competencias que el Sergas quiere encargarles.Sanidade pretende que a corto plazo las enfermeras pidan analíticas de crónicos o validen tratamientos anticoagulantes orales. Es una forma de aliviar la carga de trabajo de los médicos. El Sergas también proponen que en un plazo de año cubran los informes de valoración de dependencia o de material ortoprotésico. Además pretende que las enfermeras filtren a los pacientes que acuden a los centros de salud sin cita. Deberán acogerlos, valorararlos y "hacer una evaluación para determnar el el nivel de prioridad de la atención según la complejidad del caso, además de actuar, prestar asistencia y resolver como finalista".