La nueva Lei de Residuos que prepara la Xunta de Galicia aún no ha visto la luz y ya tiene polémica. Los restaurantes gallegos rechazan asumir el sobrecoste que le impone al tener que entregar a los clientes la comida sobrante en un envase. "Si la quieren, o pagan el táper o se lo traen de casa", avisa César Ballesteros, presidente de la asociación de hosteleros de Pontevedra, que añade un ejemplo para justificar su postura. "Si lo hacen las grandes superficies con las bolsas de plástico, ¿por qué no nosotros con esto?", cuestiona.

  • Ante la posibilidad de llevarse las sobras en un restaurante en Galicia, ¿qué haría si le cobran por el táper?

A partir del primer trimestre del año que viene, los restaurantes gallegos tendrán que contar con recipientes que no sean de plástico para poder entregar a sus clientes la comida que hayan pagado, pero no se hayan comido para que se la lleven a casa. Dos son los objetivos de esta medida. Por un lado, reducir los desperdicios de alimentos, pues esta clase de negocios tiran a la basura más de 3.100 toneladas de comida en buen estado. Por otro, poner coto a la picardía de reutilizar comida que un cliente no haya tocado como pinchos o parte de una nueva receta, por ejemplo, según explican fuentes de la Consellería de Medio Ambiente .

En un principio, el Ejecutivo aseguró que esa devolución se realizará de forma automática sin que el cliente lo demandase, pero luego aclaró que dependería de su voluntad. El restaurante sí estará obligado a contar con recipientes para que se la lleve. "Algunos negocios pequeños el margen es ajustado y el coste de un envase de 0,5 o 1,5 euros deberán repercutirlo en el precio", añade el presidente de los hosteleros de Pontevedra.