Propietarios de viviendas que suelen alquilar a turistas y viajeros dieron de alta en Galicia en menos de dos años casi 8.000 pisos de los llamados "de uso turístico". Desde que la Xunta activó esta modalidad en el Registro de Empresas y Actividades Turísticas (REAT) en mayo de 2017 se anotaron en la comunidad gallega un total de 7.653 viviendas, según apunta la Consellería de Cultura e Turismo. Pese al rechazo mostrado en un principio por muchos propietarios, por los requisitos exigidos para entrar en dicho registro, las cifras de altas se aproximan a las expectativas mostradas por el propio sector en la primavera de 2017. Con la puesta en marcha de este registro, el Clúster de Turismo de Galicia calculaba que podría haber en la comunidad unos 8.000 pisos sin regularizar. Según esta previsión inicial, con las inscripciones actuales prácticamente se cumplen las expectativas, si bien podría haber todavía más, al no existir un censo real.

La provincia pontevedresa es la que contabiliza un mayor número de viviendas inscritas, con 3.634 hasta el uno de febrero de este año, últimos datos aportados por la Administración gallega. Son prácticamente la mitad de las registradas hasta el momento en toda la comunidad; en concreto, el 47,5% del total. En segundo lugar se sitúa la provincia coruñesa, con 2.811 pisos turísticos registrados, un 36,7%. Lugo contabiliza casi el 13% del total, si bien el número de viviendas registradas es bastante menor: 988 hasta el día de hoy. Y el número más pequeño se corresponde con la provincia ourensana, con solo 220 viviendas turísticas registradas (el 2,87% del total).

El mayor número de registros se realizó durante el primer año de vigencia del registro de la Xunta para este tipo de pisos. En los primeros doce meses se anotaron 5.400 inmuebles en la comunidad, a una media de 450 registros por mes. Desde mayo de 2018, cuando se cumplió el primer año de esta modalidad de registro, el ritmo de inscripción descendió. Desde entonces se apuntaron 2.253 viviendas más: una media de 282 cada mes en el conjunto de la comunidad.

Por ayuntamientos destacan los ubicados en zonas costeras, tanto de Pontevedra como de A Coruña y Lugo. Se lleva la palma Sanxenxo con el mayor número de viviendas registradas si se compara con los demás concellos. Alcanzó este año las 1.534 viviendas anotadas. Le sigue la ciudad de Santiago de Compostela, con 478, y Vigo, con 277 inscritas. A Coruña está ligeramente por debajo, con 258. Destacan también, según las cifras de Cultura e Turismo, el ayuntamiento de O Grove en las Rías Baixas, con 251, y también el de Cangas, con 208. En la costa lucense el ayuntamiento de Barreiros alcanza los 249 pisos registrados y el de Foz las 243.

El periodo de mayor afluencia es, evidentemente, el estival. Por ello la Xunta vigila la actividad turística especialmente en las zonas de veraneo. Las multas estipuladas por la no regularización de este tipo de pisos oscilan entre los 900 y los 9.000 euros.

Inspección

Transcurrido un año desde la entrada en vigor del decreto que regula los alquileres vacacionales, la Xunta aprobó en 2018 un nuevo Plan de Inspección Turística que incluía controles en viviendas vacacionales para cerciorarse de que están inscritas en el Registro de Empresas y Actividades Turísticas (REAT).

Una de las claves es verificar si las ofertas de pisos que se publican en las plataformas online están regularizadas, de ahí la intención de la Xunta de pedir a portales de internet listados con las viviendas publicitadas. La labor de los inspectores era cotejar si coincidían con los registrados en el REAT. No obstante, la Consellería de Cultura e Turismo puntualiza que las plataformas online de comercialización "no solo publicitan viviendas de uso turístico, sino también otras tipologías de alojamiento".

El alquiler de viviendas turísticas no existía como modalidad unos años atrás. Dicha actividad se incluía en la Ley de Arrendamientos Urbanos. En 2013 una reforma transfirió este tema a las comunidades. Tras un periodo transitorio de cuatro años, en mayo de 2017 entró en vigor el decreto que regula los pisos de uso turístico, fijando requisitos como la inscripción en el REAT.