Los pacientes no tendrán que pagar de su bolsillo prótesis avanzadas ni cojines posturales con la nueva orden aprobada por el Gobierno central, que entrará en vigor el próximo mes de julio. La normativa actualiza el catálogo común de productos ortoprotésicos del Sistema Nacional de Salud (SNS) incorporando 48 tipos de productos que hasta ahora no se financiaban. Son varios tipos de sillas de ruedas que en la actualidad los pacientes deben abonar de su bolsillo, chasis, férulas, corsés, andadores o cojines antiescaras.

Se trata de prótesis avanzadas, es decir, más modernas y tecnológicamente superiores que no figuran en el catálogo actual. "También entrarán cojines posturales que se utilizan para pacientes que llevan mucho tiempo encamados y que se piden mucho en este tipo de establecimientos. Hablamos también de las baterías de las sillas de ruedas eléctricas más modernas", explica Jorge Ruibal, presidente de la Asociación de Técnicos Ortopédicos de Galicia. También se amplían indicaciones de algunos productos ya existentes, como cojines para prevenir úlceras por presión o sillas de ruedas especiales para usuarios activos, cubriendo así necesidades que hasta ahora no lo estaban.

En la actualidad cada comunidad autónoma tiene su propio catálogo de productos que financia el sistema de salud. Con la nueva orden, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) a finales del mes de enero, habrá un catálogo común para todas las autonomías. De hecho, las comunidades tienen seis meses para adaptar sus catálogos a lo dispuesto en la orden y adecuarse a la actualización de la cartera de servicios comunes del SNS. El catálogo que utiliza en la actualidad Galicia es del año 2013. La nueva normativa estatal, que han de aplicar las comunidades, establece también una vida media para cada tipo de producto. El objetivo era acabar con las desigualdades que generaban los distintos catálogos de las comunidades autónomas, estableciendo una prestación homogénea en todo el territorio nacional.

La nueva orden también realiza una actualización de los precios de los productos, acercándose más al coste de mercado. Se percibirá en la financiación ya que cuanto más real sea el precio establecido en el catálogo más justa será la financiación del producto, sin que los pacientes tengan que pagar una cantidad a mayores (a partir de la que marca el catálogo como financiable para cada caso).

Plazos y dudas

"A partir del mes de julio todos los fabricantes van a tener que dar de alta sus productos para la actualización del catálogo. A partir de ahí se fijarán los importes de financiación", expresa Ruibal, que añade que quizas la aplicación real tarde un poco más, "no creo que esté todo incorporado y revisado antes de 2020". Además, las comunidades autónomas tendrán que adaptar su sistema de prestación, ya que la nueva normativa homogeneiza los catálogos en todo el país para que se financien los mismos productos.

Desde la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe) aplauden la orden aunque la consideran en algunos puntos "insuficiente". La anterior actualización fue en 1998. Cocemfe echa de menos la inclusión de otros productos ortoprotésicos como la silla de ruedas rígida de vida activa.

En el año 2013 hubo un cambio en el sistema de pago de las prótesis en Galicia. Hasta ese momento los pacientes que necesitaban una prótesis, calzado ortopédico, una silla de ruedas o una faja lumbar pagaban en Galicia un tope máximo estipulado de 36 euros. La Administración gallega desarrolló una orden en base al Real Decreto 1506/2012 mediante el que el Gobierno central incorporaba las prótesis al nuevo sistema de cobro en función de la renta del paciente. Se aplicaba así el copago a esta serie de productos. Pero primero se establecía que los ciudadanos adelantarían el 100% del coste total (después el sistema le devolvería la parte correspondiente).

Ante el elevado coste de muchos de los productos ortopédicos en Galicia se estableció un sistema por el que son los propietarios de los establecimientos los que adelantan el dinero, no los pacientes. Y lo hacen a través de un sistema de endoso. Con esta medida los establecimientos se aseguran que los usuarios pueden llevarse los productos igualmente aunque su coste sea muy elevado.