Desde 1988 hasta finales del pasado mes de noviembre José Ramón Santamaría ejerció como gerente del Hospital Vithas Nuestra Señora de Fátima de Vigo, cargo que abandonó por jubilación. Y desde el pasado 26 de diciembre ha asumido las riendas de la Asociación de Hospitales Privados de Galicia (Ahosgal), que integra a los doce principales hospitales privados de la comunidad.

-La sanidad pública anda un poco revuelta. ¿Cúal es la salud de la privada?

-En general, buena. Estamos en una situación más bien estable. Facturamos en 2017 unos 350 millones de euros, con un ritmo de crecimiento anual entre el 2 y el 3%.

-¿Que a la sanidad pública le vaya mal, resulta beneficioso para la privada?

-No necesariamente.Puede haber algún paciente que si la pública no da una buena asistencia venga a la privada, sobre todo en traumatología, donde es más frecuente. Pero es una incidencia pequeña. No llega al 1% del total.

-Pero están aumentando los gallegos con seguro de salud privado. ¿Eso no tiene que ver con los recortes o las listas de espera que hay en la sanidad pública?

-Sí, las aseguradoras están creciendo, pero lo hacen a base de buscar otro tipo de aseguramiento distinto a la tradicional póliza familiar. No es un seguro global, sino, por ejemplo, para asistencia solo en determinadas especialidades y sobre todo hay un crecimiento de las pólizas de empresas. Los seguros de salud se utilizan en las negociaciones de los convenios colectivos como un complemento más para los trabajadores.

-¿Cómo se financian los hospitales privados?

-El 39% proviene de las compañías de seguros de salud, mientras que los conciertos con la púbica son el 34%. Luego hay accidentes deportivos, de tráfico y otro tipo de coberturas de compañías que nos aportan un 12% y otra parte más pequeña que es el 7% que son de los pacientes que pagan directamente de su bolsillo.

-¿Se incrementó la actividad concertada estos últimos años?

-Se mantiene estable. Los conciertos y las partidas presupuestarias son las mismas. Nosotros aún estamos asumiendo el recorte de tarifas, de un 5%, que hubo en 2009.

-¿Han pedido al Sergas que actualice las tarifas?

-Sí. Está en nuestra hoja de ruta. Ahora toca sentarse y revisar esas tarifas. En su momento asumimos de forma responsable que teníamos que contribuir a los ajustes pero sin renunciar a recuperarlo cuando llegasen momentos de bonanza.

-¿También sufren déficit de médicos en la privada?

-En la misma proporción que la pública. No se han planificado bien las necesidades de médicos.

-Y con el descontento de muchos profesionales con la situación laboral que hay en la pública, ¿es más fácil captar médicos para los hospitales privados?

-Sí. Es cierto que eso sí tiene un efecto en la privada. Cuando en la pública los médicos no ven sus necesidades satisfechas en cuanto a estabilidad laboral, recurren a la privada. Y el médico que decide establecerse en la privada, no vuelve a la pública.

-¿Hay un trasvase entonces de médicos a la privada?

-Efectivamente.

-¿Pero lo hacen compatibilizando la pública con la privada?

-No. Los que se vienen por estas razones no compatiblizan. Tenemos unos 1.700 médicos en plantilla y un 40 por ciento trabajan en exclusiva para la privada.

-¿Y qué les ofrecen para irse a la privada? ¿Mejores salarios...?

-Para enamorar a un médico le tenemos que ofrecer cosas atractivas y una de ellas lógicamente tiene que ser el sueldo. Tenemos mecanismos retributivos que igual en el Sergas no es tan fácil.