La quiebra interna del autodenominado espacio rupturista aboca a sus integrantes a dividirse en dos candidaturas en las elecciones generales del 28 de abril. Por un lado, En Marea, el partido instrumental liderado por Luís Villares, que garantiza que concurrirán a esa cita como organización única con la intención de lograr grupo propio en el Congreso. Por otro, Podemos, Anova y Esquerda Unida, que quieren repetir la alianza en forma de coalición con la que lograron cinco escaños en 2016. Deberán cambiar de nombre y para ello disponen de una fecha límite: el 15 de marzo.

Después de que Pedro Sánchez anunciase ayer el adelanto electoral, las apelaciones a la unidad se sucedieron en un espacio político, en el que, sin embargo, ya se reconoce como la opción casi segura que se dividirá en dos papeletas el 28-A, lo que está por ver qué impacto tiene en sus resultados y en el de las mareas en las municipales del 26 de mayo. En las europeas de esa fecha, Podemos ya avanzó que no compartiría proyecto con Villares.

El último capítulo de esta implosión fue el de la votación que tumbó los presupuestos generales del Estado y abrió la puerta a la cita con las urnas. La dirección del partido instrumental ordenó rechazarlos, directriz que siguió Alexandra Fernández. Anova, Podemos y EU no reconocen su autoridad y los otros cuatro diputados de la coalición votaron contra las enmiendas a la totalidad para poder enmendar luego las cuentas de Sánchez.

Luís Villares, portavoz de En Marea, explicitó que su partido se presentará "como formación propia", aunque pidió unidad. "Lo que toca es la composición política de una oferta que sea defendida por diputados que crean en esa oferta", expuso. "En Marea tiene tres ejes: el democrático, el social y el nacional, que deben estar presentes", añadió.

El calendario no admite respiros y el Consello das Mareas fijará hoy el cronograma de primarias para elegir a sus candidatos, además de abordar el caso de los cuatro diputados del Congreso que no secundaron sus órdenes.

Podemos, Anova y EU prevén plasmar su oposición al rumbo de En Marea repitiendo su coalición, por lo que se enfrentarán en las urnas a sus hasta ahora socios, de no mediar una tregua improbable, según coinciden todas las fuentes consultadas. Este bloque buscará sumar a las mareas municipales.

Yolanda Díaz, diputada en el Congreso de En Marea, ya dio por hecho que repetirán coalición, mientras que el portavoz de Anova, Antón Sánchez, reclamó ayer "sumar fuerzas" frente a la "ofensiva ultraderechista" rebajando la importancia de la fórmula jurídica, en un intento por evitar la división. Su partido fijará posición en un Consello Nacional el día 23.

También apelaron a la unidad dos de los alcaldes de A Coruña y Santiago. Xulio Ferreiro advirtió de que En Marea y las mareas locales "no pueden permitirse estar en disputas internas cuando nos jugamos tanto en las próximas generales y municipales". Por su parte, Martiño Noriega alertó: "Espero que la izquierda y los que creemos en un Estado diverso no pasemos a los libros de historia por haber actuado de forma irresponsable durante este último año".