El crecimiento del tráfico en la Autopista do Atlántico (AP-9) modera su crecimiento. Durante el pasado ejercicio, 24.036 vehículos utilizaron de media cada día la autopista que vertebra Galicia de norte a sur. Fue un 2,1% más que el año anterior, pero es la cifra más baja de los últimos cuatro ejercicios. En 2017 el crecimiento fue del 3,9%; en 2016, del 3,6% y en 2015, del 5,5%, según las estadísticas del Ministerio de Fomento.

Pese a que el incremento del tráfico no fue similar al de los tres ejercicios anteriores, la AP-9 cerró el año pasado con la quinta subida anual consecutiva, tras seis años de caídas, al superar los 24.000 vehículos de media al día. Es la cifra más alta desde 2011 cuando alcanzó los 24.961. Desde los máximos de 2007, en plena expansión de la economía, el tránsito por la autopista gallega ha moderado su caída hasta el 12% actual, muy por debajo del desplome que se produjo en los peores años de la crisis, en los que el descenso llegó al 23% en 2013 y 2014.

Durante el año pasado, la AP-9 tuvo dos caídas de tráfico con respecto al mismo mes del ejercicio anterior: marzo (-0,6%) y noviembre (-0,4%). Si se obvian estos dos descensos y el que tuvo en abril de 2017 (-0,1%) el tráfico en la AP-9 sumaría 52 meses de crecimiento.

Por otro lado, el Ministerio de Fomento abrió ayer al tráfico el enlace de la AP-9 con Santiago Centro y la Cidade da Cultura. De esa forma, entraron en funcionamiento los cuatro ramales, uno de entrada y uno de salida en cada sentido, que darán acceso a la capital gallega desde el kilómetro 70 de la AP-9.

El delegado del Gobierno, Javier Losada, explico ayer que el nuevo enlace "aliviará la congestión" del nudo de Santiago Norte, en el kilómetro 67, con una alternativa que, a su vez, "mejorará la accesibilidad hacia los barrios del centro". Las obras costaron 3,3 millones de euros.