Galicia cerró el pasado año con un superávit de 125 millones de euros, algo "inédito", en palabras del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que no sucedía desde hace 16 años. Ahora el Ejecutivo gallego quiere invertir ese saldo positivo para mejorar la sanidad, la educación y los servicios sociales pero necesita la autorización del Gobierno. "Esté o no en funciones, le solicitaremos que nos dejen gastar lo que es nuestro", señaló ayer Feijóo, tras el Consello de la Xunta.

Desde 2002 las cuentas de Galicia son deficitarias: se gasta más de lo que se ingresa. A partir de 2012 con la aprobación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria se obligó a las administraciones públicas a reducir progresivamente su déficit. El presidente de la Xunta presumió ayer del "esfuerzo titánico" que se tuvo que hacer para cumplir con los objetivos de déficit, endeudamiento y la regla de gasto.

En 2018 el límite de déficit público estaba fijado en el 0,4 por ciento. Sin embargo, tras cerrar el ejercicio presupuestario, Feijóo avanzó ayer que Galicia tendría superávit, si bien las cifras deberán ser confirmadas ahora por el Ministerio de Hacienda.

Dos razones explican este saldo positivo. Por un lado, se incrementaron los ingresos tributarios debido a la recuperación económica. Y además Galicia recibió las liquidaciones de fondos europeos del periodo 2007-2013.

Sin embargo, la Xunta no puede gastar este superávit de 125 millones de euros sin la autorización del Gobierno. El anterior Gobierno de Mariano Rajoy introdujo en los Presupuestos del Estado de 2018 la posibilidad de destinar el superávit contable a inversiones financieramente sostenibles. Pero esta posibilidad no fue habilitada por el actual Ejecutivo para 2019.

Feijóo entiende que "no hay razones objetivas o legales" para que el Gobierno se niegue. Entiende que se debería aplicar lo recogido en el proyecto de Presupuestos de 2018 y, en todo caso, añade que el Consejo de Política Fiscal y Financiera es competente para autorizar este gasto. Según sus cálculos, esto beneficiaría tanto a Galicia como a Canarias, que también tiene superávit.

"Cuando se gestiona con rigor y con solvencia, ninguna comunidad autónoma puede ser perjudicada por cumplir el déficit y la regla de gasto", manifestó.

Así, en el informe que ayer fue trasladado al Consello de la Xunta, se constata también que Galicia es "líder" en el pago a proveedores pues abona sus facturas en 13,3 días. Además, según detalló Feijóo, Galicia consiguió reducir su endeudamiento por segundo año consecutivo al cerrar el ejercicio con una ratio del 18,1 por ciento del PIB, por debajo del límite del 18,4 por ciento autorizado. "Somos la cuarta autonomía con menos deuda", señaló el titular de la Xunta.

La devolución del IVA

Galicia tiene todavía pendiente de cobro los casi 200 millones de euros correspondientes a la recaudación del IVA de 2017. El Gobierno vinculó el reintegro de este dinero a la aprobación de los Presupuestos para 2019. Sin embargo, al quedar rechazadas las cuentas esta semana, su devolución quedó en el aire. "Supongo que no nos someterán a un chantaje", aseguró Feijóo que, en todo caso, aclaró que no le "preocupa" porque hay mecanismos para que Galicia obtenga esos fondos.

Así, apuntó que una opción es que cuando entre el nuevo Gobierno tras las elecciones generales autorice el desembolso. La otra vía es, en caso de que no se disuelvan las Cortes, la aprobación de la proposición de ley presentada por el grupo popular en el Congreso para la devolución de la liquidación del IVA a las comunidades.

Respecto al impacto que tendrá sobre las obras previstas en Galicia, el hecho de que no hayan prosperado los presupuestos del Estado para 2019, Feijóo explicó que no habrá problemas puesto que se prorrogarán las cuentas de 2018 que ya recogían inversiones plurianuales para las principales infraestructuras de Galicia. "De hecho, son mejores porque, por ejemplo, para la Autovía Santiago-Lugo se recogía un importe mayor que el proyecto presentado por Sánchez y, en otros casos, como en enlace Orbital de Santiago ni siquiera se contemplaba para 2019", explicó el presidente de la Xunta.

Por otro lado, preguntado por la contratación de médicos sin especialidad en el Sergas, Feijóo, insistió en que se hizo "puntualmente" por lo que defiende "no persistir" en esta solución. Y en relación al déficit de facultativos apuntó a la "responsabilidad" del Gobierno central: "Si el Ministerio no tiene ninguna competencia, lo que mejor se puede hacer es suprimirlo y que se le deje a las comunidades autónomas planificar" sus plazas de especialidad.