Nueve de cada diez accidentes que se producen durante el transporte escolar ocurren en el momento de subir o bajar del vehículo o justo en los instantes inmediatos, según detallan desde la DGT. En muchos casos se trata de atropellos causados por una distracción del menor, del conductor del autobús o de los padres. Para evitar este tipo de siniestros, Tráfico recomienda a los progenitores respetar las paradas, ir con tiempo suficiente y no esperar a los niños al otro lado de la calzada.

En la actualidad, más del 60% de los autobuses escolares disponen ya de cinturones de seguridad. Según diversos estudios, el uso de un sistema de seguridad en este tipo de vehículos reduciría las lesiones mortales en un 90% en caso de choque frontal o vuelco, ya que abrochado de manera correcta evita la proyección del pasajero y reduce los impactos en el pecho, abdomen y piernas. ¿Qué hacer cuando se va a utilizar el autobús? No pararse nunca detrás del vehículo. Esperar la señal del conductor y cruzar siempre al menos tres metros por delante. Dentro del autobús, mantenerse sentando y abrocharse el cinturón.