Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Inspección a las ayudas de los mayores

El Gobierno retira a 3.100 gallegos la pensión no contributiva tras revisar su renta

Los controles descubrieron que 1.854 jubilados y 1.300 personas con minusvalía superaban el umbral de ingresos permitido - La paga media ronda los 380 euros

Protesta de pensionistas en Galicia // Paula Fariña

El Gobierno retiró en dos años la pensión no contributiva a más de 3.100 gallegos tras revisar sus ingresos y comprobar que superaban los límites establecidos para poder beneficiarse de esta paga. Más de 39.200 personas cobran en Galicia esta prestación, que les reporta unos 380 euros mensuales. La Seguridad Social, dependiente del Ministerio de Trabajo, realiza controles anuales a los beneficiarios de estos subsidios para garantizar que cumplen con los requisitos y evitar posibles fraudes. Fruto de estas revisiones el pasado año se detectó que 1.600 pensionistas habían incrementado sus ingresos y, por lo tanto, dejaban de tener derecho a la ayuda. Esta cifra se suma a las 1.522 pensiones anuladas en 2017 por el mismo motivo.

Del total de 3.100 subsidios que se suprimieron en los dos últimos años tras la revisión de ingresos, el 60 por ciento son pensiones de jubilación (1.854) y el resto son pagas por invalidez (1.301).

Las pensiones no contributivas son aquellas que la Seguridad Social ofrece a las personas que no han cotizado nunca a la Seguridad Social o lo han hecho de forma insuficiente. En Galicia hay 24.224 jubilados que cobran este subsidio y 15.000 reciben una paga por invalidez. Las cuantías que cobran, en todo caso, son pequeñas: por jubilación les corresponden unos 369 euros de media y si es por una minusvalía la cifra sube a 396 euros. La Xunta complementa este subsidio con un complemento económico de 206 euros al año.

Para beneficiarse de una pensión no contributiva es preciso cumplir una serie de requisitos económicos. Los perceptores de una paga de jubilación no podrán superar los 5.150 euros anuales. Si convive con más personas en el hogar el límite se amplía y puede llegar a un máximo de 39.000 euros por unidad familiar año en el caso de que viva con sus hijos y sean más de tres las personas en la vivienda.

No basta con cumplir estos requisitos de entrada, sino que los pensionistas deberán acreditar año tras año que siguen dentro de los umbrales de renta fijados por el Gobierno.

La Seguridad Social tiene dos tipos de controles sobre los pensionistas no contributivos. Por un lado, los beneficiarios de los subsidios de invalidez y jubilación están obligados a presentar, en el primer trimestre de cada año, una declaración de los ingresos personales y de los demás miembros de la unidad económica de convivencia, referidos al año anterior y a los previstos para el año en curso.

Esta comunicación sirve para fijar las cuantías definitivas de pago del año anterior y en base a ello, regularizar los importes abonados en dicho ejercicio, bien en concepto de atrasos o bien declarando las cantidades indebidamente percibidas. Y, por otro lado, se establece el subsidio que procede para el año en curso.

Un segundo control sobre estos pensionistas consiste en una revisión de oficio. La Seguridad Social actúa cuando sospecha que han cambiado las circunstancias del beneficiario, que por ley está obligado a comunicar en el plazo de un mes cualquier cambio en su renta.

Cuantías

En los dos últimos años se realizaron de oficio unos 6.600 controles anuales a pensionistas de la comunidad gallega.

El resultado de esta revisión puede ser la "extinción" de la prestación, pero también puede pasar que se le mantenga el subsidio pero se le revise la cuantía que estaba cobrando. Esto fue lo que le sucedió a 3.577 pensionistas gallegos no contributivos que sufrieron cambios en la nómina que cobraban, bien para incrementar su paga o, por el contrario, para rebajársela.

El Gobierno se gastó el pasado año en Galicia 211 millones de euros para pagar las pensiones no contributivas. La inversión en estas prestaciones se redujo un 5,7 por ciento en los últimos seis años. La razón principal es que el número de pensionistas también se va reduciendo. Si en 2012 había 44.401 beneficiarios de subsidios no contributivos, ahora esta cifra baja a 39.239. Esto sucede porque cada vez son menos los ciudadanos que llegan a la edad de jubilación sin haber cotizado a la Seguridad Social. La incorporación de la mujer al mundo laboral ha sido un factor determinante.

De hecho, el perfil más habitual de persona que cobra una pensión no contributiva es el de una mujer mayor que vive sola, según las estadísticas del Imserso.

Compartir el artículo

stats