Galicia estuvo en alerta por sequía 15 meses, desde enero de 2017 hasta abril del pasado año, y la Xunta advierte de que volverá a suceder consecuencia del cambio climático. Por ello, se prepara para nuevos episodios de falta de agua, y ya tiene listo el proyecto de Lei de medidas de garantía do abastacemento en episodios de seca e en situacións de risco sanitario. Esta futura norma recoge las medidas a poner en marcha en caso de sequía, y una de ellas es que Augas de Galicia, organismo dependiente de la Consellería de Infraestructuras e Mobilidade, pueda "ordenar requisar los derechos de aguas privadas procedentes de fuentes, chafarices, pozos, galerías y minas de captación de agua". Podrá hacerlo en la demarcación hidrográfica Galicia-Costa, pues en la del Miño-Sil la competencia es estatal. Objetivo: "garantizar el suministro público".

Con el mismo objetivo, Augas de Galicia en el ámbito de Galicia-Costa podrá ordenar el abastecimiento de la población "con caudales de aguas concedidos para otros usos", y siempre con el visto bueno de las autoridades sanitarias. En consecuencia, podrá restringir el uso de aguas en actividades recreativas, fuentes, ...

También podrá aprobar con carácter urgente derivaciones o captaciones de agua superficiales o subterráneas de emergencia y la realización de obras para atender el abastecimiento de agua de poblaciones. Si estas obras, suponen un prejuicio para aprovechamientos ya existentes, la Xunta contempla su indemnización.

La futura ley, responsabilidad del departamento que dirige Ehel Vázquez, también establece que la Xunta, las confederaciones hidrográficas y los concellos, los más pequeños con el apoyo de las diputaciones, deben tener planes de emergencia para saber como afrontar periodos de sequía. Deben dotarse de indicadores o alertas para identificar con antelación la llegada de la sequía, y tener previstas medidas de ahorro y suministros alternativos.

La nueva norma dota además a la Administración autonómica de capacidad de actuación para garantizar el suministro de agua si las entidades locales hacen dejación de sus competencias. Y si es necesario realizar obras, se flexibilizan los trámites expropiatorios y administrativos para poder actuar con más agilidad, en aras de la urgencia.

Restricciones

Otras iniciativas que contempla la ley en caso de que escasee el agua son: reducir los caudales ecológicos de los ríos, reducir o modificar las dotaciones en el suministro de agua, ordenar el uso de aguas regeneradas en usos industriales e hidroeléctricos, usos recreativos o ornamentales y para el riego,pero también limitar o prohibir el uso de agua para usos recreativos en fuentes públicas, chafarices,pozos, galerías y minas de captación de agua.

El agua de aprovechamientos hidroeléctricos podrá ser considerada "reserva estratégica" y el régimen de explotación se adaptará a la situación de escasez.

La Consellería de Infraestructuras e Mobilidade explica que saca adelante esta nueva ley porque en los últimos años en períodos de falta de agua constató "situaciones en las que la garantía de abastecimiento de agua podía llegar a esta comprometida, tanto en su cantidad como en su calidad". Por ello, impulsa una norma que permita gestionar episodios de sequía o de riesgo sanitario con "diligencia y eficacia".