"No hubo prisas" en la puesta en servicio de la línea entre Santiago-Ourense donde se produjo el accidente del Alvia y "el calendario electoral no alteró el calendario" de su puesta en marcha, en diciembre de 2011. Así lo aseguró hoy José Blanco, ministro de Fomento cuando se inauguró la línea.

El entonces ministro es, junto a Ana Pastor, el último que comparece ante la comisión de investigación del siniestro en el Congreso de los Diputados, una reivindicación de las víctimas que costó cinco años hacer realidad y por la que también pasaron los dos investigados del caso, el maquinista y el que era entonces director de Seguridad de la Circulación de Adif.

"En ningún caso propuse modificar, alterar, condicionar o cambiar las fechas establecidas", acaba de enfatizar José Blanco durante su intervención, antes del turno de preguntas de los grupos parlamentarios. "No hubo prisas y resulta chocante tener que afirmarlo cuando del que se me acusaba entonces era de retrasos", señaló a continuación.

Asimismo, defendió que como ministro solo rubricó "la autorización provisional de las obras de montaje de vía". "Exclusivamente eso", proclamó. Por ello, añadió, "nada que ver con la modificación de la cobertura del ERTMS". "Algo de lo que no tuve conocimiento", incidió.

Tampoco, añadió, autorizó, "como se ha dicho", "la puesta en servicio de la línea", sino que dicha autorización la realiza la entonces Dirección General de Infraestructuras Ferroviarias.

"Impresionado" por el siniestro

A título personal, Blanco incidió en que sigue "impresionado" por el accidente y que perdió en él a alguien "muy cercano", por lo que alega que sabe "lo que han sufrido y siguen sufriendo todas las víctimas". También trasladó sus disculpas a las víctimas.

Asimismo, el ahora europarlamentario socialista concede que, si bien es contrario a la creación de comisiones de este tipo mientras hay investigaciones en curso, como es el caso, y que esa es también la postura del Parlamento europeo, lamenta que el haber sido “consecuente” con esa postura se haya “interpretado como un deseo de encubrir hechos o dificultar su investigación”. "Solo me arrepiento de no haber aceptado en su momento comparecer en esta comisión", recalcó.

En el turno de réplica, el diputado de Esquerra Republicana Gabriel Rufián le reprochó que de su intervención pareciese que fuese solo "un ujier" del Ministerio de Fomento. A preguntas suya sobre si se arrepentía de algo o si había intereses comerciales tras los cambios en el ERTMS, Blanco reconoció que su único arrepentimiento era no haber aceptado en su día la comisión y que "por intereses comerciales", la línea nunca se habría construido.

Preguntado por Isidro Martínez, del Grupo Mixto, sobre su opinión sobre el informe de la CIAF, Blanco aseguró no ser un "experto".

Desde la oposición, la diputada de En Marea Alexandra Fernández le preguntó por qué cree que las víctimas protestaban en el exterior del hemiciclo con su nombre, a lo que alegó que comprende el "dolor" e "indignación" de los afectados y que intenten buscar "una responsabilidad". No obstante, proclamó: "Nadie hasta ahora ha señalado una sola decisión que yo haya adoptado o impulsado y que tuviera como consecuencia el accidente".