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El feminismo prepara su reválida

Tras el éxito de la primera huelga, "Galegas 8M" apura los plazos ya como "marca" local para otra "revolta" - Instan a las mujeres a unirse

Manifestación feminista el pasado día 4 de marzo, hace un año, en Vigo. // Marta G. Brea

La primera convocatoria de huelga feminista en Galicia, hace un año, fue un "éxito" que movilizó a miles de personas y, aunque no paró el mundo, sí logró que los engranajes de algunas empresas y de la Administración girasen más despacio. Sus organizadoras, "Galegas 8M", trabajan para revalidar en menos de un mes, el 3 de marzo, una manifestación unitaria para impulsar el paro, en la que Lugo tomará el relevo de Vigo, seguida por sus réplicas el 8 de marzo, ya con la huelga, en numerosas localidades gallegas. A su favor, las convocantes tienen una ventaja espacial, que "Galegas 8M" sea ya una "marca" local y eso engrasa la organización, y de tiempo, la experiencia.

El tiempo, el que vivimos, les ofrece también un contexto que cuestionan, pero que esperan convertir en una oportunidad, aunque avisan de que "el éxito de la convocatoria no se debe medir por la gente" que vaya a Lugo. "Aguardamos que dada la situación actual que viven las mujeres -podríamos citar miles de casos, desde las agresiones sexuales a la esclativud sexual, los feminicidios, las palizas a personas del colectivo LGTBI, la intención de ciertos partidos políticos de abolir todas las leyes de prevención de violencia de género o todo lo que les suene a pérdida de privilegios del patriarcado que representan..-, se le dé a esta jornada de lucha la importancia que pensamos que debe tener", explica Cristina S. Marchán, de Comunicación de "Galegas 8M".

La idea la comparte Ángela Serante, una de las activistas de Vigo, quien destaca "avances", como que mujeres del rural o que trabajan en casa también se organicen. "El logro está en eso, en concienciar a diferentes mujeres", enfatiza, "porque las mujeres tenemos que estar organizadas y unidas para luchar". No solo contra los problemas clásicos, que persisten un año después, como la brecha salarial o las agresiones sexuales, sino "contra políticas que pueden surgir en el futuro", y pone de ejemplo que se hable de nuevo de la ley del aborto asociada a las pensiones.

Queda menos de un mes para las movilizaciones y la savia del movimiento se transmite de rama en rama desde que el 10 de diciembre resurgió la voz de "Galegas 8M" llamando a la movilización. Desde la organización, que programa agendas a diario en nuevos lugares, recuerdan que la huelga no es solo laboral -que estaría cubierta tanto si se quiere hacer de 24 horas como si se adoptan paros parciales-, sino también estudiantil, "que el año pasado se quedó en el tintero", y de cuidados y consumo.

Respecto a cómo van a materializar este año nuevos proyectos, avanza que en lo básico funcionarán como en 2018, con grupos de trabajo con reuniones periódicas y encomiendas específicas, dado que resultó "satisfactorio". La ventaja, admite, es que entonces hubo que "comenzar de cero" y ahora mucho de lo trabajado es "reaprovechable".

Todo irá más fluido gracias a que las asambleas locales para preparar la huelga del 8M están "ya organizadas como grupos locales de "Galegas 8M". Se crearon, añade, muchísimos grupos, una quincena, algunos desde cero, en lugares en los que hace un año no hubo movilizaciones locales. Muchos de ellos nacieron en zonas rurales y aisladas, donde "tradicionalmente es difícil organizarse y mantener la actividad" de cualquier grupo.

Entre los que cuidarán la cita de Lugo, aparte del local formado por mujeres "ilusionadas" de ser las "anfitrionas", está el de Autodefensa. Está pensado, cuenta Cristina, para "asegurar que todo transcurre de forma pacífica y sin agresiones machistas de ningún tipo", dado que se busca que esta marcha y otras iniciativas feministas "sean un lugar seguro para cualquier mujer que quiera estar en ellas". Por eso hacen también un llamamiento a los hombres: la huelga es "solo de las mujeres" y en la manifestación no deben "intentar hacerse con el protagonismo".

Este le toca, por ejemplo, a Ángela y otras mujeres, en torno a medio centenar, que desde el grupo de Vigo se preocupan de que todo funcione en la ciudad olívica. Entre los temas en los que trabajan está el transporte a Lugo (la idea es que el bus salga el 3 a las 8.00 desde A Laxe) o darle a la huelga un "sentido de interseccionalidad", de modo que "no sea exclusivamente de mujeres blancas".

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