El frente político abierto por PP, Ciudadanos y Vox salta a la arena institucional. Sin la presencia de su presidente, Alberto Núñez Feijóo, de viaje en Estados Unidos, la Xunta aprobó una declaración contra la "complicidad" del Gobierno central del socialista Pedro Sánchez por su decisión de permitir un relator que tome nota de las reuniones de partidos sobre el conflicto catalán.

El Ejecutivo gallego proclama su "rechazo a las complicidades que debilitan el Estado", añadiendo a su denuncia de la aldraxe a Galicia la aportación de los presupuestos generales de este año. Estos elevan la inversión en Cataluña y Valencia más de un 50%, mientras se reduce un 19% en Galicia. Pese a ello, el gasto per cápita en esta última es mayor que en las dos anteriores.

La declaración de guerra institucional de la Xunta, sostenida por la mayoría absoluta del PP, se produce antes de que el domingo se celebre una manifestación convocada por esta formación, Ciudadanos y Vox, partidos que se unieron para desplazar al PSOE de la Junta de Andalucía.

El encargado de leer la declaración de la Xunta fue el vicepresidente Alfonso Rueda, que censuró la elección de un "mediador" para estar presente en las reuniones de partidos que aborden el "mal llamado conflicto político" que se vive en Cataluña.

Además, sostiene que los gestos de Sánchez rompen la tradicional unidad contra los "intentos desestabilizadores" sufridos por la democracia española tras la Transición, período en que el se produjo un intento de golpe de Estado y se mantuvieron los asesinatos de la banda terrorista ETA. La lucha contra esta no siempre estuvo marcada por la unidad política.