Galicia, Asturias y Castilla y León reclaman 3.100 millones de euros al Ministerio de Fomento para modernizar el ferrocarril de mercancías y que pueda optar a financiación europea tras su inclusión en el Corredor Atlántico. Con esta inversión se busca potenciar el tráfico ferroviario en estas líneas, incrementar la capacidad de la red y mejorar la competitivad. La mitad de los fondos que reclaman las comunidades del Noroeste español, unos 1.500 millones de euros, irá destinado a mejorar la infraestructura y el trazado. De hecho, uno de los objetivos es preparar la vía para que puedan circular trenes de 750 metros, que es la longitud mínima estándar impuesta por la Comisión Europea -ahora mismo, en esta red ferroviaria solo se mueven convoyes de entre 400 y 550 metros-. La ventaja es que con trenes más largos se reducirán hasta un 30 por ciento los costes y, por lo tanto, esta modalidad de transporte será más competitiva.

Pero además de adaptar la infraestructura y el trazado, la inclusión en el Corredor Atlántico de mercancías obligará a acometer mejoras en la electrificación de la red (500 millones de euros), otros 350 millones de euros serán para obras en la superestructura ferroviaria, 350 millones más para acondicionar las terminales de mercancías, a lo que se sumarán otros 300 millones en los puertos y 100 millones más para incorporar nuevas tecnologías. En total, sumarán los 3.100 millones de euros. Aunque no se ha facilitado el reparto de fondos por comunidades, se asegura que será "equilibrado".

Este esquema forma parte de la propuesta acordada en la cumbre celebrada el lunes en Santiago entre los presidentes autonómicos de Galicia, Asturias y Castilla y León y apoyada por los empresarios, con la que buscan presionar al Ministerio de Fomento para que comience a planificar ya los proyectos concretos para renovar el ferrocarril de mercancías y de esa manera optar a una mayor financiación europea.

El grueso de la inversión será para adaptar las infraestructuras y el trazado. Uno de los problemas de la red actual son las pendientes. Diferentes tramos de la línea convencional disponen de rampas por encima del 15 por ciento, que es la pendiente máxima adoptada por España para las nuevas dotaciones. Incluso hay siete tramos (principalmente en Galicia y en Castilla y León) que tienen rampas superiores al 20 por ciento.

También habrá que eliminar curvas y desarrollar una red de puntos de adelantamiento y estacionamiento con un tamaño suficiente para que circulen trenes de 750 metros o superiores y permitan además un mayor tráfico de convoyes.

En la estación de Monforte, que será el punto de entrada de las mercancías a Galicia, habrá que realizar un by pass para no tener que invertir el sentido de la circulación y que se puedan mejorar los tiempos de transporte. A estas actuaciones se sumarán revisar estructuras de paso y ampliar gálibos.

En todo este proceso las actuaciones deberán ser compatibles con el desdoblamiento de la vía, aunque esto quedará para una segunda fase. Ahora mismo la línea que va desde León hasta Vigo es todo vía única.

El otro esfuerzo importante deberá hacerse en electrificación. Se calcula que serán precisos 500 millones de euros para programar una renovación integral y progresiva de las instalaciones, sustituyéndolas por otras más modernas, eficientes y compatibles con una tensión a 25.000 vatios de corriente alterna, que es la que utiliza la alta velocidad. Ahora mismo la líneas ferroviarias de mercancías están electrificadas pero a una tensión muy inferior a la que se demanda por las comunidades del Nororeste.

Además, se reclama que se garantice que unidades eléctricas puedan realizar el recorrido Venta de Baños, Palencia, León y, desde ahí, por un lado a Monforte, Ourense, Vigo, A Coruña y Ferrol y, por otro, hacia Gijón y Avilés. También deben poder circular entre Vigo y Oporto, según recoge la propuesta.

El plan para modernizar el Corredor Noroeste de mercancías exigirá también actuaciones en las terminales intermodales "para que se conviertan en verdaderos nodos logísticos e industriales". Galicia, Asturias y Castilla y León calculan que serán necesarios 350 millones de euros, que estarán destinados a mejoras en nueve estaciones, de las cuales siete de ellas son gallegas.

Las actuaciones deben servir para adecuarse a las condiciones de interoperabilidad y accesibilidad, así como para aumentar la capacidad de las líneas y permitir la circulación de trenes de 750 metros. Para ello se contemplan obras en las terminales de Vigo-Guixar, en As Gándaras (O Porriño), en la Plisan, en el polígono de San Cibrao das Viñas, en Monforte de Lemos (tanto en la terminal ferroviaria como en el puerto seco) y en las estaciones de A Coruña-San Diego y Santiago de Compostela.

Puertos

Fundamental será también acometer mejoras en los puertos puesto que este corredor dará salida a las mercancías que llegan por mar hacia el resto de Europa. La inversión total estimada será de 300 millones de euros. Los objetivos son facilitar la accesibilidad ferroviaria de los puertos y de su red interior, mejorar la infraestructura portuaria (canales de acceso, aumento de calidad, galerias de servicio, rellenos de explanada...). Igualmente se busca consolidar los servicios de las Autopistas del Mar en explotación y fomentar nuevos usos.

La red ferroviaria del Noroeste fue construida a finales del siglo XIX y está obsoleta, por lo que la planificación propuesta a Fomento incluye también la renovación integral de los carriles, cambiar las traviesas para permitir el futuro cambio a ancho estándar y mejorar la gestión del tráfico implantando sistemas ERTMS. Todos estos cambios en la superestructura costarán 350 millones.

Y, por último, se contempla una partida de 100 millones de euros crear una ventanilla única para la tramitación administrativa, que permita simplificar y homogeneizar el procedimiento para realizar trámites y controles aduaneros.