El que fuera secretario de Estado de Planificación e Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Rafael Catalá, ha señalado este lunes que en ningún momento se trasladó desde el Ministerio la responsabilidad del accidente del Alvia de Angrois al maquinista y ha destacado que siempre respetaron la investigación judicial y técnica, por lo que no quisieron anticipar orígenes y causas.

Catalá ha respondido así, durante su comparecencia en la comisión del Congreso que investiga el accidente de Angrois de 2013, a varios interrogantes de los portavoces en ese órgano, quienes le han recordado las acusaciones que en su día se realizaron contra el Ministerio de Fomento por haber "cargado" contra el maquinista del tren siniestrado para proteger intereses comerciales en Alta Velocidad.

El también exministro de Justicia ha negado la mayor y ha recalcado en varias ocasiones que el tren no funcionaba con los estándares de alta velocidad. "A nosotros nos dijeron los técnicos que un sistema de alta velocidad se compone de elementos como un tipo de vías, velocidades, formación, etc., y el 24 de julio no funcionaba en modo de alta velocidad. Y eso fue lo que dijimos", ha explicado.

"Echar una mano"

Además, ha señalado que durante los días posteriores al accidente la gestión que hizo el Ministerio de Fomento, capitaneado por Ana Pastor, estuvo movida por el máximo interés de ayudar a las víctimas y que desde el primer minuto se dedicaron a "echar una mano".

En concreto, ha puesto de relieve que desde el principio pusieron en marcha los servicios para atención de víctimas de Renfe y se pusieron a disposición de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) para que pudiera hacer bien su trabajo. Es más, ha apuntado que hoy actuaría igual que lo hizo en ese momento.

Uno de los comisionados que más ha cargado contra Catalá ha sido el portavoz adjunto de Esquerra Republicana en el Congreso (ERC), Gabriel Rufián, quien ha acusado al exministro de mentir ante la comisión por negar que el Ministerio no señaló al maquinista del Alvia como responsable del siniestro, que se cobró la vida de 80 personas.

En su turno, Rufián le ha recordado que una de las heridas del accidente, la exdiputada del PP Teresa Gómez Limón, aseguró en su día que fue presionada por Catalá para que no criticara ni a la operadora Renfe ni a Adif, y le ha afeado que su única preocupación tras el siniestro fuera desmentir que se tratara de un accidente de la Alta Velocidad para que las empresas españolas pudieran optar a concursos y contratos en el extranjero.

Pero el diputado 'popular' ha rechazado estas acusaciones del independentista catalán. Lo propio ha hecho con la denuncia de la portavoz de En Marea, Alexandra Fernández. La diputada gallega ha acusado al exministro de haber estado más preocupado en difundir la conversación telefónica del maquinista, quien minutos más tarde ha reprochado a Catalá que tras el siniestro estuviera más preocupado en filtrar la grabación de la conversación telefónica del maquinista, como forma de desviar hacia él la culpa, que en atender a las víctimas.

Puerta giratoria

Tanto Rufián como Fernández también han echado en cara a Catalá que en la actualidad asesore al despacho de abogados inglés Herbert Smith, empresa que, según el diputado catalán, se encarga de la defensa de la aseguradora de Renfe y Adif en el proceso judicial abierto por el accidente del Alvia. Catalá ha negado haber utilizado la "puerta giratoria" alegando que ha sido escrupuloso con los plazos que marca la ley de incompatibilidades del alto cargo.

Pero el momento más tenso de su comparecencia se ha vivido cuando la representante de En Marea le ha acusado de haber usado su cargo de secretario de Estado para beneficiar a las cuentas del PP por medio de la contratación de determinadas empresas para que participaran en la obra de la Alta Velocidad a Galicia.

Este extremo ha sido negado tajantemente por Catalá, quien le ha recordado que no tenía competencia sobre las adjudicaciones que realizaba Adif, por lo que no podía "abrir huecos" a nadie. Así, ha señalado que se trata de una "calumnia" y de una "infamia" que "pretende acabar" con su trayectoria profesional y su nombre.

El enfrentamiento entre el compareciente y la diputada ha llegado a su punto álgido cuando ésta le ha acusado de influir en el proceso judicial del accidente tras ser nombrado ministro de Justicia. Catalá le ha reprochado que arroje "sombras de duda" sobre su comportamiento y sobre el Poder Judicial y le ha señalado que quizá en En Marea están "acostumbrados a actuar así".

Disputa con En Marea

"Es grave y es falso, y gracias a planteamientos como el suyo, la ciudadanía duda del sistema judicial. En Angrois hay independencia judicial", ha matizado el exministro, al que la diputada de En Marea le ha despedido afirmando que "le irá bien en la carrera privada", pero advirtiéndole que "carga con 80 muertos". Una afirmación que ha llevado al PP a protestar y a censurar a la diputada por su "catadura moral".

Otra de las personas que han comparecido este lunes ha sido el que fuera presidente de Renfe Operadora, José Teófilo Serrano, cargo que no ostentaba cuando se produjo el accidente. Ha señalado que durante la realización de los trabajos para poner en servicio la Alta Velocidad a Galicia en 2012 "no hubo prisas" y ha asegurado que todo "se organizó de acuerdo con los planes previstos".

Además, al contrario que Catalá, Serrano sí ha defendido que se trataba de una línea de Alta Velocidad, si bien ha recalcado que Renfe operaba en ella vehículos que eran de Alta velocidad y otros que no.

Sobre el correo que envió el entonces jefe de maquinistas de Renfe José Ramón Iglesias Mazaira un año y medio antes de que se produjera el accidente y en el que alertaba de una serie de anomalías en esa vía, Serrano ha defendido que él nunca conoció ese documento y lo achaca a que no siguiera los conductos estipulados en el procedimiento de la operadora.