Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los gallegos dan la espalda a los políticos

Los partidos son el segundo problema que más preocupa a los ciudadanos, tras el paro, según el barómetro del CIS - La mitad de los encuestados no simpatiza con ninguna formación

Los gallegos dan la espalda a los políticos

Los políticos han pasado de ser un instrumento para mejorar las cosas a convertirse en un problema, en opinión al menos de parte de la sociedad gallega. Hace años entre las principales inquietudes de la ciudadanía estaba el paro y la crisis económica. En la actualidad el desempleo sigue a la cabeza, pero los gallegos sitúan en segundo lugar "a los políticos y los partidos", muy por delante de los recortes, de la independencia de Cataluña o del encarecimiento de las facturas de la luz. Tal es el descontento que siete de cada diez ciudadanos de Galicia considera que la "situación política es "mala o muy mala" y la mitad de ellos declara que no siente simpatía por ninguna formación política.

Este desapego no es exclusivo de Galicia. Se repite en la mayoría de las comunidades. De hecho, en comparación con el resto de autonomías los gallegos están entre los más pacientes con los políticos. Aún así, el último barómetro del CIS refleja como este desapego se extiende también entre la sociedad gallega, justo con elecciones municipales y europeas a la vista.

Este desencanto de la política se traduce, según el sondeo realizado entre casi doscientos encuestados de la comunidad autónoma, en que un 14,3 por ciento de los gallegos declara que no votará en los comicios al Parlamento europeo. Galicia es la sexta comunidad con un mayor porcentaje de ciudadanos que apuesta por la abstención. ¿Pero por qué? Para un tercio de los gallegos no existe "una alternativa satisfactoria" y otro 25 por ciento señala que "no le inspira confianza ningún partido".

Si se adelantasen los comicios generales el porcentaje de insatisfechos que no acudiría a las urnas en Galicia baja al 8,2 por ciento, por debajo de la media nacional del 9 por ciento.

Una de las razones que justifican este distanciamiento es que cuatro de cada diez gallegos encuestados considera que su voto cambiará poco las cosas. Preguntados por si están de acuerdo con la afirmación de que el voto puede influir en la situación política, el 39,3 por ciento contesta que "poco o nada". Es la quinta comunidad con más descreídos, solo por detrás de Cantabria (65 por ciento) Asturias (56 por ciento), La Rioja (45 por ciento) y Cataluña (39,8 por ciento).

Y eso a pesar de que cunde el pesimismo sobre la situación actual. Solo el 0,5 por ciento de los gallegos considera que la situación política es buena o muy buena. El 70 por ciento la tacha de "mala o muy mala". En este caso, sin embargo, los gallegos no son los que lo ven más negro: ocupan el décimo lugar.

Los partidos políticos seducen cada vez menos a los gallegos. A tenor de los datos muchos gallegos se terminarían decantando en las urnas por alguna de las opciones políticas que existen pese a que no les convence del todo. La prueba es que la mitad de los gallegos declara que no siente "simpatía" por ninguna formación.

Preguntados sobre quien preferirían que fuese presidente del Gobierno un tercio contesta que Pedro Sánchez, el 16,8 por ciento opta por Pablo Casado pero la tercera opción con más votos sería "ninguno de los líderes políticos".

Los encuestados ponen además un suspenso a las instituciones políticas, si bien hay diferencias. Rozan el aprobado, con un 4,9, el Parlamento gallego y la Xunta. Y lo menos valorado es el Gobierno español, con un 4, y el Congreso, con un 4,2. Hasta la UE y el Parlamento europeo obtendrían más nota que el Ejecutivo central y las Cortes, con un 4,9 y un 4,7, respectivamente.

Haz click para ampliar el gráfico

Compartir el artículo

stats