La auditoría encargada por los críticos de En Marea sobre las primarias celebradas el pasado mes de diciembre, concluye que "no se puede garantizar la integridad de los resultados" debido a las "graves deficiencias" detectadas en la plataforma web desde la que se gestionaron las votaciones, la ausencia de controles de seguridad, la posibilidad de que se accediera a la base de datos para conocer detalles personales y de afinidad política de los inscritos y la inexistencia de documentación que explique de forma detallada y que garantice la trazabilidad de cada voto con un mecanismo inalterable.

La auditoría fue encargada por Podemos el pasado 20 de diciembre, dos días antes de iniciarse el proceso de votación en En Marea, al sospechar que el sistema habilitado para realizar las primarias "no ofrecía las garantías necesarias".

Así, determina que Ledmon Markenting, la empresa contratada por la dirección de En Marea para desarrollar una nueva plataforma tras su decisión de prescindir de la anterior, "no tiene experiencia suficiente ni cualificación para llevar a cabo un desarrollo con unas garantías de seguridad adecuadas que aseguren la inalterabilidad de las votaciones del proceso electoral, o la auditabilidad posterior del mismo".

"El desconocimiento por parte de este perito sobre quién pudo y puede tener acceso a la base de datos donde se albergan los resultados de cada votación, no permite a este perito garantizar que éstos hayan podido mantener la integridad con relación a lo realmente votado por cada usuario durante todo el proceso electoral", apunta la auditoría en sus conclusiones.

En las primarias ganó la candidatura de Luís Villares frente a la lista encabezada por David Bruzos, que contaba con el respaldo de Podemos, Anova, Esquerda Unida y los alcaldes de Santiago, A Coruña y Ferrol. Todo el proceso desencadenó un grave crisis interna entre los dos sectores que aún está sin resolver y que el resultado de la auditoría contribuirá a acentuar todavía más, si es que se puede.