El Gobierno central ha encargado a la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) que complete su investigación sobre el siniestro del Alvia. En una respuesta a una pregunta en el Congreso de la diputada de En Marea Alexandra Fernández, el Ejecutivo explica que el secretario de Estado de Infraestructuras, Pedro Saura, se ha dirigido al presidente de la CIAF para que "valore nuevamente la conveniencia de acometer alguna acción adicional o completar alguno de los aspectos relativos al informe del accidente de Santiago", según informa Europa Press.

El Gobierno de Sánchez justifica esta decisión en "el ánimo de servir eficazmente los intereses de los ciudadanos y dada la importancia de las cuestiones planteadas para el sistema ferroviario español", debido a que el siniestro de Angrois "es uno de los sucesos de mayor trascendencia acaecidos" en España "durante los últimos años", "cuyas consecuencias se tienen todavía presentes". Todo ello, "sin menoscabo de la independencia" de la CIAF.

La decisión del Ejecutivo llega después de que el pasado mes de octubre el pleno de la CIAF rechazase la reapertura del informe técnico elaborado tras al accidente porque "en estos momentos no hay nuevos datos ni información" que lo justifiquen. Con todo, tras la petición de las víctimas se comprometía a "realizar alguna acción o análisis adicional, en base a la documentación existente".

Las víctimas del siniestro de Angrois pidieron a los integrantes de la comisión de investigación de accidentes ferroviarios que leyesen "en profundidad y con ojos críticos el informe completo" de la Agencia Ferroviaria Europea (ERA en sus siglas en inglés). Al respecto, la plataforma de víctimas recordó que el informe de la ERA concluyó que la comisión no había cumplido "de forma adecuada con la obligación de investigación de accidentes". Además de pedir que se estudiase la reapertura de la investigación, las víctimas reclamaban tener en cuenta distintas propuestas.

En la carta dirigida por las víctimas a la CIAF, se pedía valorar "la idoneidad e independencia" de todos los miembros de la CIAF y solicitaban "que se realizase una nueva investigación completa con metodologías reconocidas internacionalmente, sin la interferencia y dependencia de la investigación anterior".

En junio de 2014, fue publicado el informe de la CIAF que concluye que las causas fueron "un exceso de velocidad del tren" y la "falta de atención" del maquinista al responder una llamada telefónica. El documento, exime de responsabilidad a Renfe y aAdif, de forma que la única responsabilidad recae, según sus conclusiones, sobre el "personal de conducción". Sin embargo, incluye recomendaciones para Renfe, Adif y la Dirección General de Ferrocarriles que para algunos expertos suponen un reconocimiento de los errores cometidos.