La candidatura del sector crítico liderada por el ourensano David Bruzos concurrirá finalmente a las primarias para elegir a la nueva dirección de En Marea que arrancan hoy, pero mantiene su sospecha de un posible "pucherazo" y advierte de que estará "vigilante" ante posibles irregularidades. Se impuso en la candidatura de los críticos el criterio de Anova, frente al de Podemos y Esquerda Unida, que en los últimos días sopesaron muy seriamente la retirada y dejar campo libre a la lista de Luís Villares.

Los críticos decidieron por mayoría mantener la lista, pero Esquerda Unida no animará a los suyos a participar en un proceso en el que consideran que "no se dan las condiciones democráticas para votar". Eso sí, sus candidatos en la lista de Bruzos no abandonan.

En todo caso, la elección de la nueva dirección del primer partido de la oposición se celebra en un ambiente de máximo tensión y la sombra de la ruptura continúa planeando sobre la formación, tras tres semanas de reproches, amenazas y acusaciones cruzadas que han sumido En Marea en una crisis total. Denuncias en la Fiscalía, ante la Guardia Civil, acusaciones de pucherazo, golpe de estado, ... hacen muy difícil la recomposición de las relaciones entre los sectores enfrentaos en En Marea. "Habrá primarias, pero no habrá paz", lamentaban ayer fuentes de En Marea.

La lista de Bruzos sopesó dar el plantón, después de que la actual dirección del partido instrumental decidiera cambiar de sistema de votación en los últimos días. El sector crítico considera que el nuevo sistema de votación no ofrece las suficientes "garantías" para votar y que existe "riesgo de fraude", por lo que avisan que estarán "vigilantes" ante posibles irregularidades.

Los inscritos de En Marea están llamados a votar desde hoy y hasta el lunes a las nueve de la mañana en un escenario de choque total. David Bruzos aseguraba ayer que la crisis del partido instrumental tiene "nombres y apellidos": Luís Villares y sus afines. Y aseveró que el magistrado lucense está "inhabilitado" para liderar En Marea.

La candidatura crítica justifica su decisión de seguir adelante así: "Votaremos para restituir la limpieza de las reglas del juego y mantendremos una actitud vigilante para desterrar toda la sombra de fraude. Tenemos un compromiso claro, inequívoco: restituir la verdad y la democracia de En Marea y terminar el estado de excepción impuesto por la coordinadora".

Garantías

Por su parte, el portavoz de En Marea, Luís Villares, aseguraba ayer que afronta las primarias "con muchísima ilusión", ya que se "culminará" el proceso de renovación de órganos internos. "Lo normal era votar y, por fin, con todas las garantías, vamos a poder hacerlo", sentenció.

El portavoz parlamentario de En Marea hizo un llamamiento "a todo el mundo" a que participe "con normalidad", puesto que "existen más garantías que hace un mes". "Cuando entren en la votación, tendrán que cambiar las claves de acceso de tal forma que se garantizará que nadie haya podido acceder a ellas previamente", explicó.

A ello se sumará que habrá "un mensaje previo para votar y otro de confirmación", de modo que será imposible que se "suplanten ni identidades ni sentido del voto". Así, remarcó, esa será "una garantía adicional" que "robustece mucho al sistema". "

Las primarias, que debían celebrarse entre el 1 y el 3 de diciembre, fueron suspendidas horas antes de iniciarse por la Comisión de Garantías (controlada por afines a la dirección) ante la existencia de supuestas "irregularidades".

No obstante, las votaciones arrancaron según lo previsto, aunque solo fue por dos horas, hasta que el representante legal del partido ante la Agencia Española de Protección de Datos, Gonzalo Rodríguez, ordenaba su paralización y denunciaba la existencia de un acceso "ilegal" al censo por parte del comité electoral, con mayoría de los críticos.