En Marea celebrará primarias este fin de semana, pero el desbloqueo de esta consulta paralizada el pasado día 1 por accesos irregulares al censo cuando ya había votado parte de los inscritos no supone el fin del conflicto en la organización que lidera la oposición en Galicia. Podemos amenaza con no participar -e invitar a los suyos a hacer lo propio tras movilizarlos para darse de alta- en el proceso si antes no conoce las dos auditorías sobre la entrada en la citada base de datos. Su órdago abre una fisura en el sector crítico, pues Anova comparte críticas a la dirección en funciones de Luís Villares, pero mantiene su intención de tomar parte de la consulta, especialmente al cumplirse su demanda de que tuviese lugar entre el sábado y el lunes.

La división y desmovilización del sector crítico, que integra a Podemos, Anova, Esquerda Unida y las mareas que gobiernan las tres ciudades coruñesas (Marea Atlántica, Compostela Aberta y Ferrol en Común), fue determinante para que Villares y los suyos tomasen el timón del partido y se impusiesen en tres plenarios consecutivos, pero todo cambió en octubre. La reordenación de filas de sus rivales y la entrada en escena por primera vez de Podemos infligió la primera derrota al actual aparato.

Además, la fuerza morada instó a sus bases a inscribirse en En Marea para reforzar a los críticos. De hecho, el censo rupturista pasó de 2.000 a más de 3.500.

Ahora la postura sobre las primarias de los críticos parece quebrarse paradójicamente el mismo día en que se desbloqueó la votación para elegir a los integrantes del máximo órgano de dirección de En Marea, el Consello das Mareas -del que saldrá la coordinadora-, y el Comité de Garantías.

La derrota de Villares daría la puntilla a su liderazgo y comprometería su intención de repatir como candidato a presidir la Xunta en 2020, además de abrir un escenario de cambio en En Marea, pues Podemos rechaza su funcionamiento actual.

Fue el actual Comité de Garantías en funciones, el que paralizó las primarias, el que ayer desbloqueó el proceso tras realizar pruebas con el nuevo sistema de votaciones, que incluye el envío de un SMS de validación al inscrito, e incorpora los nombres de los integrantes de cada lista. Además, se comprobó la imposibilidad de participar dos veces, modificaciones realizadas tras detectar el acceso irregular al censo, que no supuso alteración de la cifra de inscritos con derecho a voto. "Entendemos que se dan las condiciones de seguridad para realizar con plenas garantías la votación", anunció Adrián Acción, miembro de Garantías.

La fecha de la consulta, por tanto, quedó en manos del Comité Electoral, controlado por los críticos hasta la suspensión de tres de sus miembros por el supuesto acceso irregular al censo que ha sido puesto en conocimiento de la Fiscalía. Y este órgano convocó las primarias para este fin de semana casi a las 22.30 horas de ayer. Las votaciones comenzarán el sábado a las 9 de la mañana y finalizarán el lunes a la misma hora, el día de Nochebuena.

Antes de conocer la fecha y tras el desbloqueo por parte de Garantías, Podemos abrió un nuevo escenario. Condicionó su participación a que llegase a la candidatura crítica abanderada por David Bruzos las citadas auditorías y reclamó la revocación del cese de los expulsados del Comité Electoral.

"Hasta que no se reciba la información solicitada y hasta que no se cuente con la certeza plena de que esos procedimientos se van a celebrar con todas las garantías de limpieza, transparencia y equidad no hay elementos para ningún proceso electoral interno", sostiene el Consello de Coordinación gallego de los morados. Y advierte: "Podemos Galicia exige transparencia y que se restauren los mínimos democráticos en En Marea como paso imprescindible para la participación en cualquier procedimiento electoral".

Además, el partido liderado por Antón Gómez-Reino culpa directamente a Villares de orquestar "todo tipo de irregularidades para que gane la candidatura que encabeza".

Anova, socio de Podemos en el barco de los críticos, comparte los reproches hacia la dirección en funciones de Villares, a la que acusa de "golpista" por la suspensión ilegal de los miembros del Comité Electoral y de "poner el peligro el proyecto de En Marea", pero reclama la celebración de las primarias este fin de semana, como así sucederá. Exige también conocer las auditorías, pero no pone en duda su participación en el proceso.

Mientras, Esquerda Unida se alinea con Podemos y considera que "no existen garantías democráticas" en el proceso, aunque elude aclarar si secundará a Podemos y dará la espalda a las primarias si no conocen las auditorías.

Por su parte, Garantías negó cualquier queja sobre el nuevo sistema de votación, aunque los críticos se quejaron porque es demasiado "engorroso", y justificó que no se hayan revelado las auditorías porque incluyen datos personales, si bien abrieron la puerta a remitirlas a las candidaturas una vez eliminado ese contenido, cuya revelación "podría vulnerar la Ley de Protección de Datos". La lista de Bruzos ya las exigió.