La esperada reforma de la Renta de Inclusión Social (Risga) se concretará el año próximo. Desde entonces, los perceptores de esta ayuda para ciudadanos con escasos ingresos podrán compaginar por primera vez estos ingresos que de media alcanzan los 440 euros al mes con un trabajo a tiempo parcial durante un semestre y además podrán percibir 188 euros durante año y medio si se someten a un programa para mejorar su formación con cursos o prácticas laborales no remuneradas.

La Xunta aprobó ayer el decreto que desarrolla la Lei de Inclusión Social que establece ese cambio en la Risga, a la espera ahora de ser validado por el Consello Consultivo. La reforma llega cinco años después de que se aprobase en diciembre de 2013 la citada norma, que establecía un máximo de seis meses para contar con ese reglamento. El borrador de este decreto fue rematado hace un año.

Falta de recursos y debate

El presidente autonómico, Alberto Núñez Feijóo, justificó ayer esa demora por dos circunstancias. En primer lugar, "el impacto económico que suponía cuando teníamos un presupuesto muy limitado", dijo sobre los años de crisis, en que el presupuesto autonómico llegó a 8.336 millones de euros de 2014, frente a los 9.850 de 2019 o los más de 11.000 de 2009.

De hecho, en 2013 se alcanzó el pico de beneficiarios de la Risga con 15.619. El presupuesto pasó de 23,3 millones a los 64,4 del año próximo, tras necesitar inyecciones extra desde 2012. En segundo lugar citó la necesidad de buscar "consenso" con las entidades sociales, una veintena de las cuales reclamó el lunes a la Consellería de Política Social elevar la Risga a una media de 600 euros. "¿Si una persona consigue el salario mínimo interprofesional tiene derecho o no a un porcentaje de la Risga?", ilustró Feijóo sobre el debate existente. La modificación e esta ayuda permitiendo compaginarla temporalmente con un trabajo supone una "enmienda a la totalidad".

La nueva Risga establece dos nuevos tramos para los beneficiarios. El de "inserción" permitirá cobrar un 35% del indicador público re rentas medias -188 euros- más al mes durante un año prorrogable otros seis meses si se acepta seguir un itinerario formativo, que pueda incluir cursos o prácticas no remuneradas. El de "transición al empleo" el beneficiario podrá cobrar un 35% más que el salario mínimo, entre sueldo y Risga, lo que supondrá un tope de 1.215 euros, pero la ayuda irá descendiendo hasta anularse en seis meses.

La Xunta obligará, además, al beneficiario a cumplir objetivos de inserción social, que incluirá el examen de hábitos como el cuidado personal, la higiene en el hogar o desintoxicación de drogas. Si no se supera, se anulará la Risga.

Emigrantes de Venezuela

Además, Política Social establecerá como criterio para conceder la ayuda los ingresos reales y no los derechos económicos, lo que permitirá el acceso a ella al colectivo de retornados jubilados venezolanos que no podían cobrarla por tener derecho a una prestación por retiro del país americano que no perciben. Pese a ello, esta computa ahora a la hora de establecer si un solicitante cumple los requisitos económicos para acceder a una Risa, que principalmente consisten en disponer de unos ingresos inferiores a la ayuda que le correspondería en función de su situación sociofamiliar.