La Consellería de Educación, Universidade e Formación Profesional apuesta por ajustar las plazas de magisterio teniendo en cuenta las necesidades del sistema educativo. La Conferencia de Rectores, en su informe anual, expuso que son varias las comunidades cuyas universidades forman a más maestros de los que el mercado puede absorber. En Galicia, este índice de exceso de maestros calculado por la CRUE, se situaría en un 87%. Ante este posicionamiento de la CRUE, que por primera vez plantea diferencias entre oferta y demanda y lo centra en magisterio, Educación expresó ayer que Galicia es partidaria de revisar las plazas y ajustarlas a las necesidades, si bien apunta que debe formar parte de una reforma más amplia de acceso a la carrera docente, como ha defendido la Xunta en los últimos meses.

"Hay que recordar que Galicia fue la comunidad pionera en la constitución de un grupo de trabajo con las tres universidades, y todas las facultades de Magisterio y Educación, para analizar las competencias profesionales docentes", expresaron ayer fuentes de Educación. El primer documento para la reforma de la carrera docente salió precisamente de este grupo, "un trabajo pionero en todo el Estado". Una de las medidas es "establecer especializaciones o menciones que hagan a cada escuela o facultad singular", añade. "Desde Galicia se propuso actuar en la mejora del sistema educativo desde el inicio, desde la propia entrada a las facultades de Ciencias de la Educación, a través de varias iniciativas: una de ellas la de vincular el número de plazas de acceso con la capacidad de absorción del sistema educativo a nivel de empleo", explican. Es decir, el ajuste de plazas es una parte de una reforma más amplia, del acceso en España para ser profesor y de la evolución de la carrera docente a través de la formación permanente. Y en esto coincide la Conferencia Nacional de Decanas y Decanos de Educación de España. "El ajuste de plazas, como medida separada, no tendría sentido; incluso sería negativo. Hay que tener en cuenta todas las otras medidas, desde el cambio del prácticum en la carrera, con grupos más reducidos para poder experimentar y que la parte práctica cumpla su función y la atención a las ratios", expresa Carmen Fernández Morante, decana de la USC y presidenta de la conferencia nacional de decanos de Educación.

Contar con las jubilaciones

Una de las claves de la reforma de la función docente es medir la vocación y habilidades de los aspirantes a docente. Según la conselleira de Educación, Carmen Pomar, todavía no está decidido en qué parte del proceso se hará pero sí que habrá una selección para que el sistema pueda contar con los mejores docentes. Estaría asociado también a un ajuste de plazas en función de las necesidades.

Según Fernández Morante, "tampoco se puede hacer de manera unilateral". "Debemos abordarlo desde varias administraciones y sector, como estaba planteado hasta ahora. De hecho pedimos a la CRUE que nos reciba para poner en común el trabajo realizado ya para la reforma docente, que también debe tener en cuenta a los profesores (no solo maestros)", apunta Morante. Añade que el cálculo realizado por la CRUE es "economicista". "No tiene en cuenta la forma de trabajar en clase (diversidad-ratios) ni las jubilaciones previstas", añade. Según Vicente Romo, decano de la Facultad de Pontevedra, "habría que revisar el número de plazas en las distintas facultades gallegas, que es desigual". "Creo que en nuestro caso el número de egresados es razonable", añade.